El Senado mexicano da luz verde a la creación de la Guardia Nacional

El proyecto de Guardia Nacional (GN) del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha sido aprobado definitivamente por el Senado mexicano y, aunque la versión final es muy distinta a la originalmente revisada, este nuevo cuerpo de seguridad ya cuenta con las facultades y garantías legales para ejercer labores de seguridad. Los dos cambios más relevantes en su versión final son que ahora tendrá un mando civil (sin junta de jefes de Estado Mayor) y que en el dictamen se otorga un tiempo de cinco años para que las Fuerzas Armadas Mexicanas se separen de las labores de seguridad pública.

De este modo, la GN estará adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública y tendrá doctrina policial. No podrá realizar acciones de investigación y tendrá cinco años de curva de aprendizaje y acompañamiento por el Ejército y la Marina, antes de que estos sean relevados de las funciones de seguridad pública. Su mando será civil, pero contará con coordinación interinstitucional con las Fuerzas Armadas, quienes aportarán y reclutarán el bloque inicial de elementos al absorber miembros de la Policía Federal, Militar y Naval junto con los civiles que están siendo reclutados. Finalmente, los mandos no podrán ser parte de las Fuerzas Armadas mientras sirvan en la GN.

Un impulso a la industria

Uno de los cambios más notables es que se busca obligar a los gobiernos estatales a asumir su responsabilidad en la formación de policías efectivas, teniendo ahora un periodo de 180 días para entregar un reporte de situación. Este enfoque y el impulso que tomará la GN abrirá enormes oportunidades a la industria mexicana de seguridad y defensa, especialmente centrados en las áreas de blindaje, comunicaciones, transportes. Además, se termina con la incertidumbre presupuestaria que rodeaba el tema pues a casi tres meses del 2019 aún no se conoce el presupuesto del nuevo cuerpo, ni las metas institucionales en materia de defensa y seguridad.