La Escuela Táctica del Grupo de Aviación N° 1 de la Iª Brigada Aérea realizó la graduación de nuevos pilotos de combate de la Fuerza Aérea de Chile (FACh). La ceremonia se llevó a cabo en la base aérea Los Cóndores en Iquique y contó con la presencia del comandante en jefe de la institución, general del aire, Arturo Merino.
El general del aire estuvo acompañado por el comandante del Comando de Combate, general de aviación Cristián Pizarro, y por el jefe de la División de Recursos Humanos, general de brigada aérea René Jorquera. En la ceremonia, el comandante del Grupo de Aviación N° 1, comandante de grupo Claudio Ibara, dio lectura al discurso, resaltando las diversas etapas que pasaron antes de graduarse como nuevos pilotos de combate.
Posteriormente, se realizó el nombramiento de Pilotos de Combate y se hizo entrega de los certificados del término del Curso Táctico de Combate Halcón XXXIV. También se otorgaron los premios Comando de Combate y Comandancia en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile.
Finalmente, se efectuó la imposición de la piocha roja de Piloto de Guerra ante las autoridades militares, instructores y familiares, quienes escucharon las palabras del comandante en jefe de la institución, quien felicitó a los oficiales graduados y los instó a ser responsables durante el ejercicio profesional como pilotos de combate de la Fuerza Aérea de Chile.
Escuela formadora
El Grupo de Aviación N° 1 tiene la misión de formar a los pilotos de combate de la FACh. Asentado en la base aérea Los Cóndores al norte del pais, es eI responsable de impartir el Curso Táctico de Combate. Luego de aprobar el curso de Piloto Militar en el avión de entrenamiento básico Enaer T-35 Pillán en la Escuela de Aviación, así como el Curso de Vuelo por Instrumento en aeronaves CJ1 en el Grupo de Aviación Nº 5 de la IIIª Brigada Aérea en Puerto Montt, los oficiales pilotos se forman como especialistas. Esto les permite, posteriormente, iniciar su camino como pilotos de aviones de primera línea al cursar en la Escuela Táctica de Combate.
En una entrevista realizada por la Revista Fuerza Aérea de Chile, el comandante del Grupo de Aviación Nº 1, Claudio Ibara, explica que la formación impartida a los pilotos es integral, lo que incluye la parte teórica, práctica, física y psicológica. “Tienen que preparar sus vuelos y estudiar para cada uno de ellos. Ser piloto de combate requiere una dedicación exclusiva y fuerte, para poder efectuar la misión de forma eficiente y segura. El curso es exigente, necesita dedicación y requiere tener actitud y contar con determinadas habilidades. A veces no se logra obtener el parámetro que se está buscando y que están establecidos para nuestra carrera. No todos se titulan pero es una pequeña cantidad la que no termina su curso y pueden desempeñarse en otras áreas en que otras condiciones físicas e intelectuales son también muy necesarias para la institución”, señala el comandante.
“A diferencia de las líneas aéreas, aquí nosotros preparamos a los pilotos para que trabajen bajo presión, para que logren tomar las mejores decisiones cuando se presente alguna situación en la que tengan que actuar. Uno tiene que estar preparado sicológicamente para tomar decisiones que son importantes e instantáneas”, afirma.
El rol del nuevo Pillán y del Super Tucano
La preparación del piloto de combate está compuesta por la enseñanza en cuanto a doctrina, planificación, armamento, guerra electrónica y varias asignaturas que le entregan las herramientas para la toma de decisiones. Además estudian la ingeniería del avión, el funcionamiento de cada uno de los sistemas, los procedimientos y cómo enfrentar las emergencias.
Los pilotos que realizan el Curso Táctico de Combate inician su formación en aeronaves de instrucción avanzada Embraer A-29B Super Tucano. Las ventajas de esta decisión están dadas por las características que presentan los sistemas de esta aeronave. Por una parte, está el proceso de instrucción en tierra, donde se estudia el funcionamiento de los sistemas propios del material, tales como su ingeniería, capacidades y lo relacionado con las posibles emergencias, para que el alumno vea gráficamente qué sucede si falla algún subsistema y cómo solucionarlo. Junto con ello, el simulador de vuelo les permite practicar de manera fácil y confiada cómo realizar las misiones que tienen asignadas y lograr que la misión en vuelo sea más eficiente.
En el mismo artículo de la revista se cita al general Merino, quien indica que "este es un avión de múltiples capacidades tecnológicas que nos permite tener una excelente transición de los aviones de instrucción básica para posteriormente hacer el curso táctico, y luego llegar al F-16. Sus instrumentos, que son todos digitales, van a permitir una transición mucho más fácil desde el punto de vista de la operación de todos los equipos que tiene el F-16. En segundo lugar, este es un avión más barato de operar, en cuanto al consumo de combustible y, obviamente, estas dos condiciones a nosotros nos permiten tener una mejor capacidad para instruir a nuestros pilotos.”
En tanto el comandante Ibara agrega que “los sistemas del Super Tucano fueron diseñados para la Fuerza Aérea de Chile de manera que simulen las mismas capacidades que el material F-16, y de esta forma las nuevas generaciones de pilotos de combate se entrenen y practiquen las tácticas y técnicas que luego emplearán en material de primera línea”.
Lo anterior permite que ellos lleguen mejor preparados y que el esfuerzo sea, principalmente, relacionado en los aspectos de performances del avión, facilitando y haciendo eficiente los procesos de instrucción y preparación de estas tripulaciones.
A esta línea de integración digital se sumarán también las aeronaves de instrucción básica Pillán II, el nuevo proyecto de la Empresa de Aeronáutica Nacional (Enaer), haciendo más fluido transitar de una plataforma a otra.
Camino a los cazas de primera línea
Después de efectuar el Curso Táctico en el A-29B Super Tucano se gradúan como Pilotos de Guerra de la FACh, especializados en el Área de Combate. De ahí comienza el proceso de adquirir mayor experiencia en el área continúa, ahora conformando las diferentes bandadas de combate de la unidad, hasta que obtengan los requisitos para llegar a volar el material supersónico como los Northrop Grumman F-5E/F Tigre III o los Lockheed Martin F-16A/B MLU ó C/D Block 50.
“La principal ventaja está centrada en el entrenamiento en un material de vuelo moderno, con grandes capacidades de aviónica y armamento, pudiendo familiarizarlos de una mejor manera con la nueva tecnología, técnicas y tácticas existentes para llegar a volar un material de primera línea. Ser piloto de combate es una gran responsabilidad, la cual nos obliga e incentiva a explotar al máximo nuestras capacidades y habilidades, desarrollando lo mejor de cada uno de nosotros para maximizar el trabajo en equipo que realizamos diariamente. El principal desafío que tenemos es cumplir con nuestra misión institucional en materia de Defensa, de la manera más profesional y motivada”, acota el comandante Ibara.
El ministro de Defensa Nacional, Alberto Espina, también se refirió a este proceso: “realmente es un orgullo decir que el nivel de preparación de los pilotos de combate de Chile es altísimo, que no tienen nada que envidiar a los pilotos de combate de otros países y eso hace que la Fuerza Aérea goce de un prestigio mundial que tenemos que saber cuidar, tenemos que saber fortalecer y proyectar en el tiempo y ahí va la invitación a los jóvenes que miren al cielo, sientan que pueden colaborar en una misión tan maravillosa y linda que es volar un avión de combate para proteger a nuestros compatriotas".
Foto 1: FACh
Fotos 2, 3 y 4: Ministerio de Defensa.
Fotos 5 y 6: Issan Valenzuela.