La compañía estadounidense Textron ha recurrido la adjudicación por parte del Ministerio de Defensa del contrato del nuevo entrenador del Ejército del Aire a la empresa Pilatus.
A finales del pasado mes de noviembre, la DGAM eligió la oferta presentada por la firma suiza para sustituir a los vetustos C-101 en los que se forman los pilotos de la Academia General del Aire (AGA). Pilatus resultó ganadora de la licitación abierta unos meses antes con una oferta de 204,7 millones de euros que incluye 24 aviones de adiestramiento PC-21 y sistemas de simulación.
Tras la adjudicación, Textron (que también participó en el concurso con su T-6C) presentó un recurso dentro del plazo fijado ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, dependiente del Ministerio de Hacienda. Este órgano es el responsable de resolver los recursos interpuestos contra las decisiones de las entidades adjudicadoras de contratos de la Administración Pública.
La tramitación del recurso paraliza la formalización del contrato hasta la resolución del citado tribunal. Esta formalización estaba prevista en un principio a mediados del pasado mes de diciembre, de acuerdo con los plazos fijados. Según ha podido saber Infodefensa.com, la previsión ahora es que el tribunal tome una decisión a finales de febrero y desbloquee la situación.
La compañía alega, según publica el diario ABC, que "la oferta presentada por Pilatus debió ser excluida del procedimiento por no haber acreditado el requisito de solvencia establecido en la cláusula 15 del PCAP (Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares): La adjudicataria no ha aportado el 'certificado expedido o visado por el órgano competente del sector público' en la forma y condiciones exigidas en el PCAP".
El recurso también recoge que "la oferta presentada por Pilatus debió ser excluida del procedimiento por no reunir los requisitos técnicos mínimos establecidos por el PPT (Pliego de Prescripciones Técnicas): mínima vida en servicio del avión".
Asimismo, Textron asegura que la oferta de Pilatus incluye simuladores gratuitos, el FFS y el CPT. Y señala: "La realización de alguna de las prestaciones objeto del presente contrato por un precio gratuito ha de considerarse irreal y realizada en fraude de ley".
Estas circunstancias, detalla Textron, representan "una vulneración del principio de igualdad entre licitadores si atendemos al hecho de que nos encontramos ante un procedimiento negociado, en el cual, para realizar su oferta final, el órgano de contratación únicamente trasladó a los licitadores la valoración de las ofertas técnicas iniciales, no de las económicas".