Los ministros de Defensa de España, Alemania, Francia e Italia han consensuado una postura para reforzar los programas de la Cooperación Estructurada Permanente (Pesco) como "marco político central" para la colaboración en materia de defensa dentro de la Unión Europea y reclaman un acuerdo "lo antes posible" para la participación de "terceros países" no comunitarios.
En una carta conjunta, cuyo texto en inglés ha tenido acceso Infodefensa.com, los cuatro ministros, incluida la española Margarita Robles, afirman que cerrar el tema con "un compromiso equilibrado" de la participación de "terceros países" -en relación directa con Reino Unido aunque no se menciona expresamente en la carta-, es de interés para todos.
En este sentido, estiman que la propuesta presentada por la presidencia finlandesa del Consejo deber ser "el acuerdo común" que sirva de base para la integración de Reino Unido -después del Brexit- y de otros países a los programas Pesco, con los que la Unión Europea quiere mejorar la eficacia del dinero que invierte en la adquisición de capacidades de defensa.
Según explicaron fuentes españolas, la negociación de la carta entre los cuatro países, muy relevante en estos momentos post Covid-19, ha requerido más de dos meses de consultas y debe actuar como hoja de ruta para la política industrial en materia de Defensa de la Unión Europea en los próximos meses, sobre todo, si se tiene en cuenta que Alemania asumirá la presidencia del Consejo de la UE el próximo mes de julio.
En otro punto de la carta, los cuatro ministros resaltan que es necesario mejorar el proceso de selección de los proyectos de Pesco a financiar. "El proceso debe ser actualizado y mejorado, a la vez que se asegura la posibilidad de añadir excepcionalmente nuevos proyectos cada año", agregan en la misma.
En concreto, señalan que los 20 proyectos Pesco actualmente en desarrollo, algunos liderados por España, deben centrarse en su "implementación", es decir, en lograr resultados concretos que puedan ponerse en práctica. "Los proyectos deben ser visibles y operativos a corto plazo", concretan.
"Aquellos proyectos que no pueden progresar como deben -añaden- ser revitalizados o clausurados, respetando la autonomía de decisión de cada uno de los proyectos", señalan, reconociendo implícitamente que algunos de los lanzados en los últimos dos años no están logrando los avances previstos en un principio.
Los cuatro ministros subrayan además que la Agencia Europeo de la Defensa (EDA) debe permanecer como "plataforma central de cooperación" para estimular la cooperación en defensa y contribuir a reforzar la Base Industrial y Tecnológica de la Defensa Europea (Edtib, siglas en inglés).
Consideran también que el Fondo Europeo de Defensa (EDF) es "clave" para financiar desarrollos que "refuercen" la capacidad de la UE de responder a futuras crisis militares y amenazas globales, sin hacer mención concreta a su cuantía económica para los próximos meses.
Por ello, mantienen que es necesario asegurar que se identifican "áreas críticas futuras", en las que los europeos deban seguir invertiendo, con coherencia y coordinación con los procesos de adquisición nacionales -que dicen deben seguir siendo centrales- y con los programados por la Alianza Atlántica.
En la misiva, los cuatro ministros de Defensa proponen una novedosa iniciativa para poder planificar mejor el proceso y respaldan la necesidad de progresar hacia una mayor comprensión común de las amenazas y desafíos a los que se enfrenta Europa, apostando por la conocida como Strategic Compass (brújula estratégica).
Esta herramienta mejorará la habilidad para actuar rápida y decisivamente. Un primer análisis de este nuevo esfuerzo deberá estar disponible en la segunda parte del 2020, durante la presidencia alemana del Consejo. El propósito es avanzar hacia "una visión más clara" de los objetivos y ambiciones de la Unión Europea en seguridad y defensa, respondiendo así a aquellos que la critican por una falta de estratégica en este sentido.
Por último, los cuatro países europeos se comprometen en trabajar en la mejora de la coherencia de las herramientas de la Unión Europea, al tiempo que se mantiene el compromiso con el fortalecimiento del pilar europeo en la cooperación UE-OTAN, y con otras organizaciones internacionales, particularmente Naciones Unidas.