"No me cabía en la cabeza decir que no a una oportunidad como esta", responde Luis Mayo a la pregunta de por qué aceptó el puesto de director general de Tess Defence, la sociedad creada por Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa y Escribano para la gestión del programa VCR 8x8 Dragón. La respuesta da una pequeña muestra de la forma de ser de este ingeniero aeronáutico forjado en la Universidad Politécnica de Madrid.
Lo que es seguro, ya sea a ras de nube o a pie de tierra, es que Mayo conoce a la perfección el sector español de la defensa. En su currículum queda claro con las más de dos décadas en la empresa GMV, donde comenzó como ingeniero y llegó a director general, y casi otra década más en Tecnobit. Al final, media vida al frente de programas de defensa.
Cambió de aires hace poco, en 2018, y decidió crear su propia compañía, Enif Strategy Consulting, una firma especializada en asistencia a empresarios en diversos sectores como operaciones, desarrollo corporativo, fusiones y adquisiciones o innovación tecnológica. Sin embargo, el destino le tenía reservado otro gran programa. El Vehículo de Combate sobre Ruedas 8x8 del Ejército de Tierra.
Mayo no duda sobre lo que representa el VCR 8x8 para él. "Es un desafío", afirma. Y las cifras le dan la razón. El programa movilizará 2.100 millones de euros para la fabricación de una primera serie de 348 unidades. Aunque aparte del proyecto en sí, también ha ayudado a su toma de decisión el orgullo. "También halaga que se acuerden de uno para dirigir un proyecto como este", confiesa con una sonrisa que amplía al reconocer que "yo ya soy algo mayor. Digamos que para mí es el último gran proyecto de mi carrera profesional". Una rápida reflexión le hace descartar lo tajante de su afirmación. "Ultimo" suena demasiado terminal, así que matiza de inmediato: "En este momento, me planteo que será el último sistema de defensa a cuyo desarrollo yo vaya a contribuir en mayor o menor medida".
Sea como fuere, lo que tiene claro es que él no es ningún mascarón de proa, está ahí para aportar su granito de arena. "Creo que el programa 8x8 es uno de los programas más importantes que existen en este momento en defensa en este país y me pareció una posibilidad muy interesante el poder colaborar de alguna manera en el desarrollo de este programa".
Y así fue. En primavera de este año, decide coger el tren del VCR 8x8. Recuerda perfectamente como fue la propuesta. Todo fue muy rápido, no había tiempo. "Me llamaron por teléfono y me dijeron que tenía una semana para decidirme, porque estábamos en un momento de absoluta urgencia. Había que correr. No tenía mucho tiempo para decidirme. La verdad es que no me lo pensé mucho. Tardé un par de días", explica. La agenda era apretada: "Me incorporé al proyecto en mayo, la petición de oferta se recibió en junio y el objetivo era poder poner en marcha el programa en el año 2020".
Han pasado solo unos meses, pero ya se ha hecho con el proyecto. Contesta tranquilo a cada pregunta, no esquiva ninguna. Hablar con él relaja la esquizofrénica agenda del 8x8. Es capaz de poner un punto de calma a un programa muy complejo, mucho más que un simple vehículo, en el que tanto la industria de defensa española como el Ejército de Tierra se juegan mucho. Los retrasos de los programas tecnológicos quedan atrás, ahora toca trabajar para tener los primeros vehículos en 2022. Y en eso está ahora la sociedad.