La amenaza de los drones en infraestructuras críticas, como aeropuertos, no es nueva pese a que la alerta ha saltado esta semana por la detección de al menos un dron ilegal en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. De hecho, el Ministerio del Interior y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) trabajan desde hace unos meses en la implementación de un sistema antidrón en las inmediaciones del aeropuerto. En España las opciones para diseñar este sistema pasan por dos gigantes del sector, Indra, que además ha desarrollado el sistema que gestiona el tráfico aéreo de todo el cielo español y que emplea la torre de control del aeropuerto, y Thales, cuyos sistemas ya aseguran aeropuertos como el de Heathrow de Londres.
La necesidad de un sistema antidrón quedó clara la mañana del pasado lunes. El gestor de la navegación aérea Enaire y el Ministerio de Transportes tomaron la decisión de cerrar el tráfico aéreo en el aeropuerto de Barajas (Madrid) por el avistamiento de drones en las proximidades. Una decena de aerolíneas tuvieron que modificar sus planes de vuelo. Ahora hay que ver que es lo que mejor se ajusta al aeropuerto y a la normativa vigente. La solución pasa por blindar lo máximo posible el aeropuerto con un sistema que ofrezca el mayor abanico de posibilidades disponible en el mercado, desde la detección a la captura (el derribo es complicado porque puede caer en mal sitio), pasando por la identificación del dron, su propietario y su capacidad de amenaza.
Indra tiene un sistema que, según la empresa, es perfecto para Barajas porque está preparado de origen para integrarse con los sistemas de control de la torre, desarrollados por la propia compañía para Enaire.
La compañía cuenta con el sistema ARMS (Anti RPAS Multisensor System), capaz de detectar la presencia de aeronaves de pequeño tamaño a kilómetros de distancia, mucho antes de que supongan un riesgo para el tráfico aéreo. Cuenta para ello con un radar que trabaja junto con avanzadas cámaras infrarrojas. El sistema también cuenta con unas contramedidas avanzadas que no interfieran ni alteren el funcionamiento de los radares y comunicaciones del aeropuerto y las aeronaves.
El sistema ARMS de Indra puede dejar fuera de juego un solo dron, lanzar contramedidas más agresivas o incluso blindar todo el aeropuerto ante un posible ataque premeditados. Uno de sus puntos fuertes es la inteligencia, que permite al sistema escuchar y analizar cómo se comunica el dron para escoger la mejor contramedida. Entre sus capacidades también está la de localizar al piloto.
Thales, por su parte, está ofreciendo la solución Eagleshield, que permite, según la empresa, la detección de drones basado en diferentes tecnologías, como la básica de los radares con una solución para cada amenaza en las infraestructuras críticas como las aeroportuarias. El sistema antidrón puede detectar sistemas de tamaño medio y pequeño y, además, a grandes distancias, ya que aparte de las instalaciones de un aeropuerto hay que tener en cuenta toda la zona de aproximación.
Eagleshield permitiría tener radares que escaneen todo el espacio a proteger y detectores de frecuencia para la ruta de las amenazas, identificación del dron, dónde está y hacer un seguimiento. El sistema se puede incorporar a mapas y se estudia si es mejor utilizar inhibidores o por tomar el control remoto del dron, siguiendo tanto la normativa de Aena como la de AESA.
La normativa de la AESA sobre lo courrido es clara: “Este hecho podría acarrear en un total de 90.000 euros de multa. Se trata de una infracción grave”. Y es que la legislación prohíbe el vuelo en infraestructuras críticas como los aeropuertos. Sin embargo, siempre hay pilotos que infringen estas leyes provocando el caos en los aeropuertos, como ya ha pasado en Londres y ahora en Madrid. "Este tipo de acciones, no sólo conlleva la situación de inseguridad para el tráfico aéreo, sino que su parálisis provoca unas pérdidas económicas muy elevadas, tanto para las compañías, como para los pasajeros que además, deben sufrir el estrés asociado a dicha situación", ha indicado a Infodron.es el director técnico y piloto de RPAS en Tech Drone, Xavier Cruzado.
Por evitar este tipo de situaciones, se ha creado un grupo de trabajo de aeropuertos liderado por la Subdirección General de Sistemas de Información y Comunicaciones (Sgsics) del Ministerio del Interior y en el que participan: AENA, Enaire, PN, GC, EA y AESA “cuyo objetivo ha sido evaluar la tecnología disponible en el mercado para la detección y neutralización de drones”, ha explicado AESA a Infodron.es.
En este sentido, la agencia ha confirmado que el trabajo de selección ya ha finalizado y se encuentran en la fase de diseño de pruebas para probar las capacidades de dichos sistemas en un entorno aeroportuario. “Se espera que durante el primer trimestre del 2020 se prueben estos sistemas en entorno aeroportuario para evaluar el impacto e interferencia que pueden tener en los sistemas de navegación aérea y en otros equipos aeroportuarios”, han detallado las fuentes de la agencia.
Una vez finalizadas las pruebas, se desarrollará un cronograma de despliegue en los principales aeropuertos españoles para los años 2020-2021.
Tras el incidente de Madrid, que no es inédito en el mundo, ya ha surgido la cuestión de porqué Barajas no tiene implementado un sistema antidrón. AESA explica a este medio que “existen sistemas para detectar e inhibir drones en muchas áreas, sin embargo, el entorno aeroportuario es especialmente sensible y delicado, ya que esos sistemas no pueden interferir en ninguna circunstancia en las operaciones de los aviones”.
Con el cierre del tráfico aéreo durante un tiempo en Madrid y el desvío de una decena de vuelos a otras comunidades, la polémica está servida. “Este tipo de acciones no sólo conlleva la situación de inseguridad para el tráfico aéreo, sino que su parálisis provoca unas pérdidas económicas muy elevadas, tanto para las compañías, como para los pasajeros que, además, deben sufrir el estrés asociado a dicha situación”, ha explicado a Infodron.es el director técnico y piloto de RPAS en Tech Drone, Xavier Cruzado.