En estos últimos días, la pistola israelí Ramon, una de las armas de dotación de la Guardia Civil (alrededor de 9.000 unidades), se ha situado en el foco mediático tras la suspensión por parte del Gobierno de Pedro Sánchez del contrato con la israeli IMI y su representante en España Guardian Homeland para el suministro de 15,3 millones de cartuchos del calibre 9x9mm OTAN compatibles con este modelo.
Desarrollada por la empresa israelí Emtam a partir de la Glock 19, la Ramon combina polímero y acero para ofrecer ligereza y resistencia en servicio, con un cañón de 102 mm, una longitud total de 184 mm y un peso de 630 g sin cargador. Sus cargadores, con capacidad de entre 15 y 17 cartuchos de 9×19 mm NATO, utilizan la munición estándar de la OTAN que ahora queda en el aire tras el pulso político con Israel.
La pistola es un producto basado en la exitosa Glock 19 pero optimizada para ajustar costes. Su ergonomía, con carrillera y culata retráctiles, y su corredera de acero flanqueada por estrías diagonales para amartillarla, le valieron la mejor puntuación en el concurso de 2020 frente a fabricantes como Glock o Heckler & Koch.
La Ramon está diseñada para disparar munición de 9x19 mm NATO, un estándar universal en fuerzas de seguridad y defensa.
Impacto operativo y reacciones
Pero, ¿qué pasa después de la anulación del contrato? Pues que la decisión podría afectar tanto a los ejercicios de tiro como a la disponibilidad operativa de la Benemérita. Según ha informado hoy la Agencia Efe, varias asociaciones profesionales de la Guardia Civil han alertado de que la falta de munición compatible con el modelo Ramon, y válida también para el resto de pistolas que utiliza dicho cuerpo, retrasará entrenamientos y recargas de reserva, poniendo en riesgo la seguridad ciudadana.
Así la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) confía en que “no se produzca un desabastecimiento que afecte a las unidades operativas” y que la decisión no repercuta en la realización de las prácticas de tiro”.
Por su parte la la asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC) expresan también su “profunda preocupación” por que “podría afectar tanto a los ejercicios formativos como a los recursos disponibles para garantizar la seguridad pública”.
La Asociación Escala de Suboficiales de la Guardia Civil (AESGC) cree que la provisión de munición es necesaria para garantizar la seguridad pública y de los propios efectivos.
Fuentes del Ministerio del Interior, sin embargo, que el suministro de munición para la Guardia Civil está “garantizado” porque se trabaja con “previsión suficiente” para abastecer de balas a los efectivos del instituto armado. De hecho, se trata de un tipo de cartucho estándar de la OTAN, un proyectil de 9 milímetros de diámetro y un casquillo de 19 de longitud. La Asociación Nacional del Arma de España (Anarma) explica que es un tipo muy común y son muchos los fabricantes, incluso en España.
Sin embargo, según han publicado algunos medios, este arma habría dado problemas con munición de otros fabricantes.
En cualquier caso, la Guardia Civil no es el único cuerpo que ha comprado material a la israelí Emtan, y su representada en España, Guardian Homeland Security. Así, el Gobierno vasco, las diputaciones forales, la Ertzaintza o el Ayuntamiento de Bilbao han contratado a dicha compañía material policial de distinto tipo. Además, también ha firmado contratos con otras instituciones públicas como el Ayuntamiento de Alicante o el de Avilés.
Esta pistola, en cualquier caso, no es la primera vez que es noticia. Adquirida por la Guardia Civil en contrato público y competitivo como arma reglamentaria, fue mejorada en sus cualificaciones y fiabilidad en colaboración con el propio instituto armado, según explicaron desde Emtan y Guardian Homeland.
Las dos empresas informaron, asimismo, tal y como publicó Infodefensa.com, de que en relación a supuestos fallos de la pistola, estos no se detectaron durante las pruebas de aceptación técnica que se llevaron a cabo con un muestreo de dos pistolas aleatorias de cada lote de 1.000 pistolas, en total seis pistolas de tres lotes. Las interrupciones puntuales de extracción estaban restringidas a un tipo de munición de una anualidad determinada, ante lo que la empresa Emtan propuso una mejora en la uña extractora que fue estudiada, probada y aceptada por los técnicos del Servicio de Armamento. La compañía explicó que la resolución de dichas incidencias quedó confirmada después del cambio de la uña extractora en todas las pistolas suministradas.