El Ejército del Aire ha montado refugios para los aviones de entrenamiento F-5 en la base aérea de Talavera la Real (Badajoz), como los instalados previamente en las bases de Morón de la Frontera, Zaragoza y Torrejón de Ardoz.
Las estructuras, de una superficie de 338,6 metros cuadrados, protegerán a los mecánicos del aire y a los aviones de las inclemencias climáticas.
Estos pequeños hangares están fabricados a partir de conexiones mecánicas mediante tornillería y machihembrados de perfilería de acero galvanizado, con una fijación a la plataforma a base de tacos mecánicos. Su diseño facilita transportar hasta diez unidades en tan solo tres contenedores ISO-40.
Los trabajos fueron llevados a cabo por el Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (Seada) y durante la fase de despliegue se emplearon camiones grúas, manipuladores telescópicos y herramientas de diverso índole.