El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el CEO de Airbus, Guillaume Faury, han analizado este jueves en una reunión en Madrid la crisis sin precedentes que la pandemia del Covid-19 ha provocado en la industria aeroespacial y han acordado poner en marcha una serie de medidas para mitigar su impacto en la producción y en el empleo del sector.
Al encuentro han asistido también la ministra de Defensa, Margarita Robles; la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque.
El Ejecutivo español, por su parte, se ha comprometido, entre otras medidas, a activar un ambicioso plan de inversiones en los próximos años en el ámbito de la defensa, en el que sobresalen la adquisición al consorcio europeo de tres aviones de reabastecimiento en vuelo MRTT (Multi Role Tanker Transport) y cuatro aviones C295 de la versión de patrulla marítima.
Se trata de dos de las principales necesidades a corto plazo del Ejército del Aire español y también son dos aeronaves que la compañía ensambla en territorio nacional, en concreto, en sus instalaciones de Getafe (Madrid) y San Pablo (Sevilla), respectivamente. Pero la lista de iniciativas no acaba aquí.
El Gobierno plantea además el lanzamiento de un programa conjunto entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Interior para la adquisición de 36 helicópteros H135 en una primera fase de seis años, ampliable a 59 en una segunda fase, y un proyecto del Ministerio del Interior para adquirir cuatro H160 en los próximos seis años.
El listado de iniciativas incluye iniciar la Fase II de desarrollo del programa NGWS/FCAS (Futuro Sistema de Combate Aéreo), continuando su desarrollo en los próximos años, facilitar la financiación del actual contrato del helicóptero NH90; y anticipar pagos asociados a la participación española en el programa A400M. Todo ello, en soporte al equilibrio del flujo de caja de la compañía, según detalla el comunicado conjunto.
España también analizará la posibilidad de lanzar un estudio de concepto y viabilidad para el desarrollo de un avión entrenador avanzado, como programa estratégico abierto a otros países aliados (Francia y Alemania), que refuerce las capacidades de la industria española de diseñar, certificar, producir y mantener un avión completo, orientado al futuro entrenador para el NGWS.
Por último, el Gobierno español reconoce la importancia de llevar a buen término los programas internacionales Tigre MK-III y Eurodrone para incrementar las capacidades de la Europa de la Defensa e impulsar una Base Tecnológica e Industrial de Defensa en Europa.