El parlamento griego ha aprobado unos presupuestos para el próximo año en los que los gastos en defensa experimentan una fuerte subida, hasta alcanzar los 5.500 millones de euros en 2021. Tras cinco días de debates, 189 diputados han votado a favor del incremento, más de los 158 del partido en el Gobierno, Nueva Democracia, que han sacado adelante el grueso de las cuentas públicas para 2021. En total 16 diputados se han posicionado en contra del nuevo presupuesto militar y 95 no se han definido.
Las partidas militares griegas serán en total un 57% mayores que las destinadas en 2019, de acuerdo con la agencia de noticias Greek Reporter. Con este incremento Atenas situará su gasto en defensa muy por encima del 2% de su producto interior bruto (PIB) que marca el compromiso de los países de la OTAN, y que de hecho ya estaba cumpliendo. Esa cuota crecerá ahora hasta situarse en el 3,4% del PIB griego, informa la agencia Efe, que sitúa el incremento en el presupuesto de defensa en un 40% respecto al actual.
Pese a la contracción económica del 10,5% prevista por el Gobierno para este año, el Ejecutivo del primer ministro conservador Kiriakos Mitsotakis, ha optado por impulsar el gasto en armamento con las tensiones territoriales y los derechos sobre posibles reservas de hidrocarburos en un área de mar en disputa frente a Turquía de fondo.
Grecia tiene previsto firmar en los próximos días la compra a Francia de 18 aviones de combate Rafale (12 nuevos y otros seis usados), fabricados por Dassault Aviation, por un coste de 2.500 millones de euros, de los que 1.500 millones se pagarán el año próximo. Además tiene previsto adquirir cuatro fragatas, otros tantos helicópteros, modernizar su flota de cazas F-16, hacerse con distintos misiles, torpedos, drones y armamento anticarro, y sumar 15.000 nuevos efectivos a sus tropas.
El líder del partido de izquierdas Syriza, Alexis Tsipras, ha criticado este incremento en defensa por aplicarse en un momento dificultades económicas. En todo caso “no estamos votando en contra del aumento del gasto”, ha añadido durante la aprobación de los presupuestos, “pero no le damos un cheque en blanco, sin consulta, sin un plan y una estrategia”.