LSG-1625 Ona de la Armada de Chile, guardiana de las aguas australes de América

La lancha de servicio general LSG-1625 Ona es una de las embarcaciones de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar) de la Armada de Chile encargadas del resguardo de la vida humana en el mar y la seguridad en las aguas australes del continente americano.

La LSG-1625 Ona cumplió el 20 de junio su primera década de servicio en la Autoridad Marítima custodiando las difíciles rutas de navegación en los lugares más apartados de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.

Fue construida en 1992 en Astilleros y Servicios Navales (Asenav) de Valdivia por encargo de Ultratug Limitada. Fue botada en noviembre de ese y bautizada como LEP Ñandú, operando con ese nombre hasta el 20 de noviembre de 2006, fecha en que pasa a llamarse LEP Pudú.

La embarcación, que prestaba servicio de embarque y desembarque de prácticos en el Estrecho de Magallanes, fue adquirida por la Armada de Chile a Ultratug Limitada en abril de 2011 como reemplazo de la LEP 1601 Ona que había cumplido su vida útil tras 31 años de servicio.

La nueva lancha fue sometida a un periodo de carena en Asenav para recuperar y mejorar sus capacidades siendo entregada el 15 de junio del 2011 e incorporada oficialmente al servicio el 20 de junio del mismo año.

Zarpar, Levantar Anclas

Su nombre rememora al pueblo indígena Ona, natural de la Isla de Tierra del Fuego, denominado también como Selknam. Lleva en su insignia al dios Kotaix y el lema Echéchéne, el cual significa Zarpar, Levantar Anclas.

Tiene 27 metros de eslora, seis metros de manga, puntal de tres metros y 110 toneladas de desplazamiento. Cuenta con una potencia de maquinaria de 1.200 HP y alcanza una velocidad máxima de 12 nudos. Dispone de dos afustes para ametralladora Browning M2 de 12,7 mm.

Dependiente de la Tercera Zona Naval, esta unidad, tripulada por ocho efectivos, desarrolla como principales roles la vigilancia y control de aguas jurisdiccionales, además de la búsqueda y salvamento marítimo (SAR).

Como funciones secundarias, realiza el control y combate a la contaminación acuática, el mantenimiento de la señalización marítima, reaprovisionamiento de faros y apoyo logístico a zonas aisladas.