Las ideas presentadas recientemente en España sobre la visión Ejército 2035, parecen inspiradas en la estrategia norteamericana para el periodo 2031-2045, que plantea la necesidad de disponer de brigadas de combate capaces de ser desplegadas con rapidez y con mayor movilidad táctica, protección y letalidad. Su desarrollo se está llevando a cabo con una visión comprensiva de los sistemas afectados de tal manera que se aborden los programas de una forma coordinada y coherente. Así, en Estados Unidos se contempla el programa Next Generation Combat Vehicle (NGCV) como un programa troncal para sustituir a partir de 2030 a los Abrams, Bradley y otros sistemas principales incluido material de artillería.
La visión del futuro Ejército 2035 plantea una modernización estratégica de las fuerzas que afecta a la organización de las unidades terrestres y también a un nuevo enfoque en cuanto a sistemas principales, cuyo paradigma se centra en el programa 8x8 que se espera iniciar a corto plazo. Parece que se están contemplando también actuaciones en otras plataformas de combate o sistemas. En esa línea estarían actuando determinadas decisiones en cuanto a, por ejemplo, material de artillería o de zapadores, o incluso estudios para la modernización de Leopardo E o Pizarro fase 1.
Más allá de los materiales concretos, las ideas presentadas en los nuevos estudios de fuerzas terrestres nos plantean también la necesidad de integrar al máximo las posibilidades de las tecnologías emergentes en la nueva organización, fundamentalmente en lo que se refiere a sistemas robóticos con diferente nivel de autonomía y a la posibilidad de integrar sistemas tripulados con otros tripulados en remoto.
Las necesidades operativas y la rapidez de la evolución de la tecnología tienen implicaciones importantes para las organizaciones de adquisiciones y para la propia industria, desde tres puntos de vista: estrategias, asimilación de la tecnología y procesos de gestión.
En primer lugar destacamos la necesidad de establecer estrategias colaborativas a largo plazo. Una idea que ha planteado en diferentes intervenciones el Jefe de Estado Mayor del Ejército español y que requiere un mayor intercambio de ideas con la industria. Algo que se lleva pidiendo desde hace tiempo y en lo que, aunque se ha avanzado, todavía queda recorrido.
En segundo lugar señalaremos la importancia del rápido desarrollo de prototipos y la implantación de procedimientos de experimentación y evaluación operativa. La importancia de la validación de conceptos, exploración y ensayo de tecnologías y la evaluación de nuevos sistemas es cada vez mayor. Las estrategias de equipamiento deben partir de la premisa de que para integrar las posibilidades tecnológicas, los requisitos de los clientes deben ser muy abiertos, formulados casi como hipótesis de trabajo, para poder disponer de sistemas con los que experimentar y posteriormente validar e integrar en los inventarios de forma que se vayan perfeccionando conforme indiquen los dictados de la experiencia.
Siguiendo ese esquema, la importancia de la relación entre la industria y el usuario final es extraordinaria. El papel intermedio de las organizaciones de adquisiciones es trascendental pero deben ser muy ágiles en los procesos de gestión y contratación, y tener un sólido criterio tanto operativo como tecnológico e industrial.
Evidentemente todo esto requiere unos niveles financieros razonables pero parece que la visión Ejército 2035 no plantea solo la necesidad de incrementar la disponibilidad económica sino también la de hacer las cosas de otra manera.