Varsovia ha optado por adquirir carros de combates estadounidenses para contrarrestar la incorporación a Rusia de los nuevos tanques Armata T-14. El ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, ha confirmado las informaciones previas que señalaban la elección del modelo M1A2 Abrams SEPv3 para modernizar una flota que actualmente está compuesta por carros Leopard 2A4 de origen alemán. Polonia también está modernizando, aunque con cierto retraso, estos últimos a la variante Leopard 2A7, también conocida como 2PL, y se ha mostrado interesada en participar en el programa franco-alemán de carros de próxima generación MGCS, en el que trabajan las compañías Nexter y Krauss-Maffei Wegmann.
Los planes polacos pasan ahora por la obtención a partir de 2022 de 250 unidades del MIA2 Abrams SEPv3 dentro de un programa estimado en 23.000 millones de estolis, lo que equivale a 5.000 millones de euros al cambio actual. La operación cubre además la adquisición de plataformas de apoyo relacionadas, munición y un paquete de capacitación y apoyo logístico.
Se trata de una transacción financiada fuera del presupuesto general de defensa, en concreto a través de una dotación de financiación especial gestionada por el Ministerio de Defensa y adoptada mediante una resolución del Consejo de Ministros, de acuerdo con la publicación Defense & Security Monitor.
Además de los citados Leopard, Polonia también cuenta en su inventario de carros de combate con viejos T-72 de diseño soviético, que aún sobreviven de la Guerra Fría, y con PT-91 Twardy, derivados del anterior. Estos dos tanques son los que Varsovia quiere sustituir con sus futuros Abrams.
Las dificultades de que la industria nacional pueda participar en el proyecto liderado por Francia y Alemania para un futuro carro de combate europeo han enfriado las expectativas polacas para formar parte de él.
Por otra parte, la firma surcoreana Hyundai Rotem está tratando de alcanzar un acuerdo de 9.000 millones de dólares con Polonia para la producción en el país de 800 tanques K2 Black Panther. En concreto se trataría de una variante local, denominada K2PL.
Hace unos meses, además, Italia propuso a Polonia, y también a España, el desarrollo conjunto de un nuevo carro de combate.
El país lleva tiempo tratando de renovar su flota de carros de combate, heredada en buena parte de la época soviética, como se ha apuntado.
La compra de Abrams tiene la ventaja de cumplir con el requisito de poder operar con ellos con urgencia, que el ministerio ha señalado de especial importancia. Los planes contemplan la ubicación de la nueva flota como primera línea de defensa en la frontera este del país.