En el marco de un programa de intercambio profesional, entre el 23 de julio y el 5 del presente mes, los pilotos de la Escuadrilla de Vuelo Sin Motor (EVSM) que integran el Grupo de Presentaciones de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), participaron de diferentes ejercicios junto a la Real Fuerza Aérea (RAF GSA: Royal Air Force Gliding and Soaring Association), institución adherida a la Asociación Británica de Planeadores (BSA: British Soaring Association).
Las capacitaciones fueron realizadas por instructores de vuelo de la RAF GSA y encabezada por el comandante de Escuadrilla (A) Italo Medina, comandante de la EVSM.
Todas las actividades se llevaron a cabo en el aeródromo de Keevil, emplazado a 140 kilómetros al oeste de Londres. En este lugar, donde también se ubica el Club de Planeadores Bannerdown, que forma parte de la RAF GSA y concedió el personal y el lugar para las labores, se realizan tanto los vuelos de planeadores como de aeronaves monomotores.
De esta forma, la comisión chilena voló planeadores con variados tipos de remolques, a través de avión y del sistema de winche, dispositivo diseñado para jalar una carga determinada por una superficie horizontal. Esta actividad les posibilitó instruirse en nuevas técnicas de vuelo en llanura – valle, (cross country) y también obtener habilidades relacionadas al vuelo en corrientes térmicas mediante los métodos y procedimientos de vuelo empleadas en Reino Unido.
Por otro lado, tuvieron la posibilidad de ser parte del campeonato regional interinstitucional de planeadores 2017 o Interservices Regional Gliding Competition (ISRGC 2017), en el cual participaron también efectivos del Ejército, Marina y Fuerza Aérea, junto a clubes civiles afiliados a la BSA. En este sentido, efectuaron labores de copilotos y así conocieron de cerca las técnicas empleadas a lo largo de la competencia de vuelo cross country.
Es importante mencionar que estas actividades de colaboración entre ambas instituciones, que se realiza hace 21 años, faculta a los pilotos chilenos a viajar a Reino Unido durante el año y de esta forma mejorar sus capacidades y habilidades en vuelo a baja altura y variados espacios aéreos, ya que en el lugar hay cuantiosos aeródromos. De la misma forma, los pilotos británicos viajan a Chile una vez al año y se enfrentan a la Cordillera de los Andes, lugar en el que las condiciones de vuelo en general son opuestas a las que existen en Inglaterra, lo que permite que el intercambio y el aprendizaje sea exitoso para ambas Fuerzas Aéreas.