El gobierno canadiense, encabezado por el primer ministro Justin Trudeau, ya ha iniciado las negociaciones con Estados Unidos para comprar 18 cazas F/A-18 Super Hornet. Además tiempo ha trascendido la cantidad que maneja para esta operación. Esta adquisición de plataformas como solución provisional mientras Ottawa encuentra un sustituto definitivo de sus 77 aviones de combate CF-18 supondrá un desembolso, incluido el coste de ciclo de vida de los aparatos, de entre 5.000 millones y 8.000 millones de dólares canadienses (entre 3.560 millones y 5.690 millones de euros al cambio actual). Infodefensa.com ya recogió el pasado noviembre el plan canadiense para dotarse de 18 Super Hornet de forma interina.
El Departamento de Defensa del país maneja estos costes, de acuerdo con fuentes que piden resguardar su anonimato y son citadas por la mayor cadena de noticias canadiense, CBS News.
Dos ex responsables de compras militares del país, Alan Williams y Dan Ross, advirtieron que esta fórmula supone un derroche de dinero del contribuyente, e incluso mostraron sus dudas sobre la legalidad de la operación. Además, según su criterio, el país podría tener tiempo de elegir un avión de combate definitivo a través de una competencia abierta en apenas dos años y medio, e incluso menos.
La información que ha trascendido ahora evidencia que el Gobierno no ha escuchado a estos expertos. También incluye la intención del Ejecutivo de Trudeau de contar con el primer avión del paquete de 18 durante 2019, el ejercicio siguiente del inicialmente previsto.
Remitiéndose a atrás, Canadá previó en su momento la compra de cazas de quinta generación F-35, fabricados por Lockheed Martin dentro de un programa del que el país forma parte. Sin embargo, la llegada al poder en 2015 del nuevo primer ministro llevó a las autoridades del país a reabrir el proceso para elegir a un nuevo sustituto de sus antiguos aviones.
Trudeau ya advirtió durante su campaña electoral que cancelaría los planes de compra de 65 aviones de combate F-35 Joint Strike Fighter (JSF), como recogió Infodefensa.com. Tres años antes una auditoría calculó que el coste de los aviones de Lockheed Martin sobrepasaría los 40.000 millones de dólares canadienses (en torno a 21.300 millones de euros al cambio actual).
Ante este informe, el Gobierno de entonces resolvió unos meses después ampliar la búsqueda de un nuevo caza pidiendo información a cinco fabricantes sobre otros tantos modelos con los que sustituir su actual flota de CF-18. Además del F-35, los otros candidatos consultados fueron la también norteamericana Boeing, que es la constructora del F/A-18 Super Hornet; la francesa Dassault, que oferta su Rafale; la sueca Saab, fabricante del Gripen, y el consorcio de capital británico, alemán, italiano y español Eurofighter, que construye el avión del mismo nombre.
Todos ellos volverán a tener la oportunidad de optar en un nuevo proceso cuya dilación ha llevado a las autoridades del país a optar por adquirir los 18 Super Hornet, que serán empleados como solución provisional mientras llega el caza definitivo. La previsión es que el concurso abierto sea lanzado este mismo año y dure en torno a cinco años.
De momento el fabricante de los Super Hornet, Boeing, ha revelado que se encuentra actualmente a la espera de la carta de solicitud con la que se notificará formalmente la compra canadiense y que será presentada al Departamento de Defensa de Estados Unidos previsiblemente durante las próximas semanas. Fuentes de la compañía citadas por el medio cnadiense sí confirman que Ottawa ya ha iniciados conversaciones con el Pentágono para adquirir los aparatos.
Imagen: Boeing