SIMA Perú aspira a conquistar el mercado caribeño con sus Piass (Plataformas Itinerantes de Acción Social con Sostenibilidad), su Patrullero Fluvial Amazónico y sus Patrulleras de 500 toneladas. Junto a estas espectativas de mercado, el astillero también espera colaborar en la construcción de las dos primeras fragatas del plan de sustitución de la clase Lupo a partir de 2021, fecha en la que el diseño de los buques debería estar aprobado ya por el Gobierno.
El director ejecutivo del astillero peruano, contralmirante Silvio Alva Villamón, explicó a Infodefensa.com durante la feria chilena Exponaval las expectativas de SIMA de cara al futuro en base a dos líneas de desarrollo: la construcción y la reparación. En ambos casos, los mercados potenciales de SIMA en Defensa, más allá del interno donde la Marina de Guerra seguirá siendo el principal cliente del astillero, pasan por el Caribe y sus flotas de pequeño porte. Es en ese contexto geográfico donde SIMA tiene mejor salida debido a productos muy concretos como los tres mencionados anteriormente que, por características y precio, son perfectos para este tipo de marinas y el entorno en el que se mueven.
SIMA ha subido un escalón más en su condición de astillero y ahora sus pretensiones superan con creces las fronteras peruanas para competir con empresas similares del estilo de la colombiana Cotecmar o la chilena Asmar. Este crecimiento, además, parece que continuará avalado por un Gobierno que, pese a haber cambiado en fechas recientes, ya ha anunciado su intención de dar continuidad a las políticas y proyectos del astillero. "Ahora mismo estamos en un periodo de cambio de Gobierno, pero el actual quiere seguir apostando por los proyectos que hay en marcha, y nosotros ante todo queremos continuidad", resumió el contralmirante Alva.
Las nuevas fragatas, una apuesta de cara a 2021
Una de las grandes apuestas de SIMA para los próximos años es la sustitución definitiva de la clase Lupo, "estamos trabajando en una propuesta, como Marina no como astillero, lo más adaptable a nuestra disponibilidad y solo nos falta una aprobación de las autoridades políticas", aseguró el contralmirante.
Al ser preguntado por qué busca exactamente Perú Alva fue conciso: "Necesitamos una fragata de entre 3.000 y 4.000 toneladas que permita helicópteros de 12 toneladas y que debe dar 27 nudos de velocidad y contar con medios para defensa aérea y antisubmarina". En cuanto a los plazos, el contralmirante Alva explicó que "lo ideal sería llegar al fin de este Gobierno en 2021 con un contrato para las dos primeras unidades, es decir, que estén diseñadas y aprobadas".
En total, el programa contempla la construcción de seis unidades para las que, según Alva, "ya hay varios modelos preseleccionados". No obstante, la Marina peruana no descarta sumar nuevas empresas a la lista de interesadas.
Los proyectos en marcha
En cuanto a los proyectos actuales de SIMA en Defensa (en el ámbito civil dan servicio a casi toda la flota pesquera peruana y a parte de la de los países de su entorno), Alva explicó que "estamos construyendo el segundo LPD, diez patrulleras de las que dos ya están navegando y otras dos en pruebas, y las 12 Piass, 11 para la Amazonía y una para el Titicaca".
El astillero espera que los cambios políticos no afecten a estos programas, ya en marcha, ni a los recientemente firmados. "Uno de nuestros objetivos es mantener esos proyectos junto al megaprograma de mantenimiento de submarinos que hemos firmado con Thyssen y que es un proyecto a largo plazo", recalcó el contralmirante.
El modelo de negocio
SIMA construye y repara buques con un modelo de negocio donde lo más complicado es mantener el carácter estatal del astillero sin caer en una competencia desleal. "Somos autosostenibles y ese nivel es mi espada de Damocles porque no puedo, como astillero, contar con una financiación más allá de mis propios ingresos porque sino nos dirán que hacemos competencia desleal", resumió Alva.
Además, SIMA no tiene los mismos intereses que una industria privada. Alva es muy claro en este sentido: "SIMA no es una empresa de alta rentabilidad, sino generadora de cadena de valores". El contralmirante insistió en que la importancia del astillero al asegurar que el valor de SIMA radica en su impacto en la sociedad. "No somos una empresa", resumió. Y se explicó: "Nosotros generamos movimiento de la economía en torno a lo que hacemos. Hacer un buque en Perú no es más barato, pero genera más valor a la economía, se crea empleo". Para conseguir esto SIMA trabaja de puertas adentro en todo lo que puede, "debemos apoyarnos en nuestra industria nacional".
Y para conseguir mantenerse en esa línea la inversión es imprescindible. En este sentido, el astillero acaba de incorporar un nuevo elevador que facilitará la construcción en horizontal lo que, según el contralmirante, "nos proporciona una opción de construcción más fácil y de módulos más grandes".
Foto: N.G.P.