La máxima autoridad militar sueca, el comandante supremo de sus fuerzas armadas, Micael Bydén, ha pedido 6.500 millones de coronas (680 millones de euros) más para incrementar sus capacidades en los próximos años. Con este aumento del gasto en defensa el país podrá alcanzar sus objetivos previstos para 2020, afirma Bydén, que ha realizado esta petición poco antes de que el país haya anunciado la recuperación del servicio militar obligatorio para completar la falta de reclutas que venía sufriendo.
El Gobierno sueco ha asignado 45.000 millones de coronas (4.720 millones de euros) a su defensa para este año, de acuerdo con la cadena pública internacional SR International. La cantidad adicional propuesta de 6.500 coronas, que supone incrementar cerca de un 15 por ciento lo previsto para este 2017, se empleará en personal, equipo, formación y otros usos confidenciales. Durante sus declaraciones a la cadena oficial Bydén no ha querido concretar más el destino del incremento. Anteriormente Suecia ya adelantó que estaba preparando un aumento de sus cifras militares de aquí hasta 2019.
La defensa sueca lleva unos años enfrentándose a dificultades relacionadas con la escasez de recursos y la falta de personal. Su ejército dejó vacantes 700 plazas en sus fuerzas armadas por ausencia de candidatos para ocupar todas las plazas ofertadas y ni tan había alcanzado un número suficiente de oficiales que puedan entrenar a los nuevos soldados.
Ante esta situación, y en un entorno de preocupación por las tensiones relacionadas con Rusia, el Gobierno del país ha anunciado este jueves sus planes para reclutar el próximo año 4.000 nuevos militares y otros tantos en 2019, en una suerte de servicio obligatorio que convivirá con la fórmula actual de voluntarios.
En 2020 el número de reclutas previstos aumentará a los 5.000. Para los años siguientes, las necesidades calculadas continúan por 6.000 efectivos cada ejercicio hasta 2021 y 8.000 cada año entre 2022 y 2025. Estos militares de remplazo realizarán un mínimo de 11 meses de servicio.
Con esta medida Estocolmo se asemeja más a sus vecinos Finlandia y Dinamarca, donde actualmente existe el servicio militar obligatorio.