El secretario de Estado de Defensa (Sedef), Agustín Conde, participó ayer en el VI Encuentro Accenture de Aerospace & Defence, celebrado en el Hotel Palace, desde donde habló de la importancia de Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España (Isdefe) como el organismo institucional de referencia para programas europeos de i+D.
El Sedef explicó que Isdefe articula su apuesta por la innovación en "varios ejes de actividad", de los que "el primero consiste en la participación en proyectos internacionales de I+D, como el Programa Marco Horizonte 2020 de la Comisión Europea". Conde también desveló que Isdefe se encuentra ultimando "su participación en la Acción Preparatoria de Investigación de Defensa en apoyo a la Política Europea Común de Defensa". Este programa, según el Sedef, se implementa mediante "un mecanismo innovador de la mano con el sector académico, a través de una red de prospectiva tecnológica que se denomina como Red Horizontes".
La Red, según relató Conde, se reparte en seis horizontes de vigilancia y prospectiva en las áreas de Defensa y Seguridad (Cátedra Isdefe-UPM, Universidad Politécnica de Madrid/Etsit), Ciberseguridad (Universidad de Alcalá de Henares), Espacio (Universidad Carlos III), Gestión de Tráfico Aéreo (Universidad Politécnica de Madrid/Etsiae), Economía de la Defensa y Seguridad (Universidad Complutense de Madrid/Facultad de Economía) e Ingeniería de Sistemas (Instituto Noruego de Ingeniería de Sistemas-NISE).
Estrategia nacional de I+D
En su alegato en favor de la innovación como eje de desarrollo, Conde también apostó ayer por incluir a la industria sectorial en una estrategia nacional de I+D y reforzar la relación entre empresas, defensa e innovación con el fin de establecer una política de seguridad nacional "realista y eficiente".
En este sentido, el Sedef defendió la necesidad de apuntalar “la simbiosis entre innovación, industria y defensa”. De hecho, Conde afirmó que “la correspondencia entre estos conceptos es la base, entre otros factores, sobre la que se debe articular una futura política de defensa realista y eficiente para la salvaguarda de los intereses nacionales”.
El secretario de Estado insitió en la importancia de este trinomio desde el punto de vista militar, como elemento “disuasor”, pero también desde el civil, como generador de empleo y nuevas tecnologías entre las que el Sedef destacó “internet, el GPS, microondas, ultrasonidos, vehículos todoterreno, la comida enlatada, el reloj de pulsera o las gafas de sol”. Tanto es así, que el cada vez mayor carácter dual (civil y militar)) de los desarrollos en defensa ha llevado al Ministerio a plantear la necesidad de plantear una “estrategia de I+D nacional única”.
Motor económico, tecnológico y social
En su intervención, Conde recalcó que la industria de defensa, al basarse en “una actividad netamente exportadora e intensiva en I+D+i, ejerce un efecto tractor sobre el resto de la economía en beneficio de la sociedad”. Es de recordar que en el año 2015 la industria de defensa exportó el 80% de su producción, lo que supuso más de 5.000 millones de euros, a 54 países. En este sentido, Conde también apuntó que “aquellos países con una industria más desarrollada, más competitiva, registran menores tasas de desempleo, son más resistentes a las crisis e incrementan la solidez de la economía nacional”. Y añadió: “La existencia de una base industrial y tecnológica asociada a la Defensa es un factor determinante, no sólo de la operatividad de las Fuerzas Armadas, sino también del bienestar de la sociedad en su conjunto, por su contribución a la capacidad de innovación, como elemento tractor de otras políticas y como generador de empleo y, por ello, de riqueza”.
En ese desarrollo Conde no solo se refirió a los grandes conglomerados industriales, sino que tuvo una mención para las empresas emergentes, para lo que hizo suyo el proverbio africano que reza Si quieres ir rápido vete solo, si quieres llegar lejos hazlo acompañado. Conde se refería a la relación que deberían tener las grandes empresas con las emergentes. “Deberían mirarlas con una mezcla de generosidad y visión de futuro”, aconsejó.
En esta línea, el Sedef recordó a los grandes conglomerados, que muchas veces ven en estas empresas emergentes potenciales competidores, que necesitan a las emergentes. Por un lado, como "constelación de suministradores fiables y capaces” y, por otro, como generadores ágiles de innovación.
En resumen, el Ministerio de Defensa español dejó claras ayer dos cosas. Por un lado su apuesta por la industria del como motor económico, tecnológico y social del país. Y por otro la fórmula de esa apuesta. Una fórmula cuyo enunciado nace de una premisa ideológica en la que Conde incidió al recordar que el Gobierno parte de "una mentalidad liberal de la economía" en este aspecto, es decir, no intervencionista, por lo que su misión en esta estrategia debe centrarse "no en hacer de empresario, sino en ofrecer el medio ambiente favorable: seguridad jurídica, fiscalidad sensata, marco de relaciones laborales sensato...”.
El reto de Ciberseguridad
Además de lo anterior y entre otros asuntos, como la importancia de España a nivel internacional como quinta potencia mundial en el ámbito satelital, el Sedef hizo hincapié, a preguntas de los presentes, en el interés del Ministerio de Defensa por convertir al país en una referente en el ámbito de la ciberseguridad.
Conde reconoció que actualmente España está salvo de este tipo de ataques, pero también que no es ninguna potencia en la materia y que la intención es llegar a serlo. El Sedef hizo una reflexión publica al respecto: "¿España es una referencia en ciberseguridad? No. ¿España tiene que serlo? Sí. Eso cuesta mucho dineromucho esfuerzo, mucho talento, mucha preparación ¿España quiere ser una potencia en ciberseguridad? Si ¿Hay gente trabajando para conseguirlo? Sí. Y mucha... Y muy buena".
Ver vídeo del evento