Un Bell-412 de la Fuerza Aérea mexicana deja siete muertos tras estrellarse en Durango

En lo que sólo puede catalogarse como un día aciago, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y la comunidad aeronáutica nacional lamentaron el pasado viernes 6 de octubre de 2017 la pérdida de siete elementos: cinco operadores de los equipos de fuerzas especiales del Ejército mexicano y dos pilotos aviadores helicopteristas que tripulaban un helicóptero Bell-412 del Escuadrón Aéreo 101, matrícula 1211.

La aeronave se encontraba participando en un curso de entrenamiento en el norteño estado de Durango cuando sucedió el incidente, al que sobrevivó sólo un operador. De acuerdo a comentarios extraoficiales, existen sospechas de que el accidente no está relacionado con falla mecánica alguna, sino a un inesperado desperfecto del equipo del personal, que iba a bordo del helicóptero.

Estas fuentes han solicitado prudencia para no dificultar las investigaciones, con especial énfasis en no difundir y respetar las identidades de los elementos fallecidos y el soldado sobreviviente, debido a que la Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes Aéreos así como la Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea ya está investigando las causas del accidente.

Lamentablemente este es el segundo accidente fatal que éste modelo de helicóptero presenta en la FAM, al haberse perdido en junio 18 de 2010 el Bell-412 matrícula 1208 con toda su tripulación, percance que también sucedió en Durango.

Segundo percance en Mazatlán

También el viernes 6 de octubre, comenzaron a circular versiones que hablaban de un segundo accidente en el puerto de Mazatlán, en el Pacífico mexicano, a donde otra aeronave de la FAM, un helicóptero Bell-206 del Escuadrón Aéreo 111, especializado en fumigación, reportó un fallo en sus sistemas mecánicos lo que le obligó a realizar un aterrizaje forzoso. Aunque la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no reportó oficialmente el incidente, versiones de los medios locales reportan sólo un herido, por lo que debió tratarse de un suceso sin consecuencias graves.