La multinacional Axon, fabricante de los equipos táser, mostró en el Salón Internacional de la Seguridad (Sicur) su sistema de cámara Axon Body 2 para cuerpos de seguridad. El director de ventas de Axon para el sur de Europa, Vitor Rodrigues, dijo a Infodefensa.com que el "mensaje clave" de este producto es "proteger la verdad", y afirmó que la compañía tiene previsto llevar su tecnología a 1.000 cuerpos de Policía Municipal en España. El equipo de seguridad completo consiste en la funda para el arma reglamentaria, el táser y la cámara.
Rodrigues afirmó que en España ya han adquirido el sistema más de 200 policías locales. "Lo tienen por ejemplo en Marbella, Valencia, Orihuela (Alicante) o Peralta (Navarra). Hay más fuerzas que tienen las cámaras pero no todas lo han hecho público", señaló Rodrigues destacando que lo han vendido mucho en las zonas turísticas, donde en verano aumenta el número de personas y los cuerpos policiales necesitan más recursos.
El representante de Axon explicó que, estando los tres elementos conectados, la cámara se enciende de forma automática cuando se activa el táser o cuando el agente saca su arma de la funda. De esta forma, los policías pueden estar seguros de que su actuación no se pondrá en duda ni serán víctimas de falsas denuncias. La cámara puede encenderse también de forma manual, sin que sea necesario recurrir a la pistola o el táser.
Según los datos que maneja Axon, la amenaza del uso del táser por parte de los agentes ha evitado que tengan que disparar en más de un 85% de los casos.
Rodrigues mostró a Infodefensa.com la grabación de varias situaciones reales en las que, sin el táser, la única opción habría sido disparar con el arma de fuego. En una ocasión, el delincuente que escapaba corriendo se rindió tirándose al suelo nada más verse amenazado por el aparato, sin que fuera necesario activarlo. En otro caso, al disparar el táser los efectivos evitaron tener que disparar con fuego a un civil que pretendía atacarles con un cuchillo.
Un equipo de cartucho para el arma, táser y cámara está en torno a los 2.000 euros. "Estos equipos se pagan en menos de un año, y además ahorra costes legales y preocupaciones", afirmó Rodrigues.
La cámara puede recuperar de su memoria activa los 30 segundos de vídeo anteriores al momento en que haya empezado a grabar intencionadamente. Este almacenamiento o buffering puede programarse para que se recuperen hasta los dos minutos anteriores al encendido de la cámara.
Otra característica que añade seguridad al trabajo de Policía es la simultaneidad de las cámaras en una misma escena. Cuando un agente activa su cámara o saca su táser, previamente conectados los dispositivos, todas las de alrededor en un radio de unos 10 metros se activan. "Esto, en una situación de crisis o emergencia da más perspectiva. Además, nuestro sistema es inteligente y lo que hace es identificar las escenas tomadas desde distintos ángulos de forma simultánea", señaló Rodrigues. La cámara también puede ser configurar para que cada x minutos, el tiempo que se quiera, avise de que continúa grabando.
Los vídeos se envían encriptados a la base de datos centralizada de la institución de que se trate. A la hora de mostrar el vídeo, para solucionar problemas de privacidad, el sistema permite poner máscaras sobre las personas que no deben ser vistas en la grabación. El propio software facilita la interpretación del vídeo clasificando las imágenes según su interés, permitiendo la búsqueda por fecha y el envío seguro a las autoridades pertinentes, como pueden ser los juzgados. El sistema también transcribe todo el sonido que se graba, por ejemplo las primeras declaraciones de un detenido.