UNVEX, el 'meeting point' de los RPAS

La Cumbre europea de RPAS UNVEX S&D cerró ayer en León su segundo día consolidada como el punto de encuentro del sector, el meeting point si se atiende al idioma oficial de un evento que, por su carácter internacional, se ha confiado al inglés en todos los ámbitos, desde las conferencias a las presentaciones pasando por las demostraciones de vuelo. Y sí, ha funcionado. La respuesta ha sido un éxito. Más de 1.000 personas al día llenaron en las dos primeras jornadas al mismo tiempo el área de exposiciones y las cuatro salas de conferencias de forma simultánea pese a que el espacio, con casi 10.000 metros cuadrados, no es pequeño.

Esta claro que para las empresas del sector, la mayoría de ellas internacionales, el inglés no es ningún problema. Y para las Fuerzas Armadas españolas tampoco. Y aquí hay que quitarse el sombrero y sacudirse los tópicos ante la formación de los militares españoles participantes. Desde ponentes a encargados de estand, pasando por las autoridades que recibían a las delegaciones, todos y cada uno han estado abiertos a hablar sin problemas en el idioma que más conviniera el interesado o a la organización. Ellos han contribuido en parte a hacer de UNVEX el meeting point del sector europeo de los RPAS.

Y como punto de encuentro la feria estuvo hasta arriba. En el interior, las ponencias y los estands de las empresas participantes se repartieron el interés del público con las demostraciones realizadas en el interior, donde se pudieron ver desde sistemas antidrones, como el de Drone Shield que se exhibió el primer día, a los pequeños Black Hornet de Apsa que volaron ambas jornadas, y las exteriores, donde tuvieron su momento los RPAS de cierto tamaño, como el Fulmar de Thales, el Shepherd de Expal o el Atlantic de SCR. Del listado de demostraciones previstas, estos tres fueron los que aceptaron enfrentarse al fuerte viento de la base Conde de Gazola, por cierto, con excelentes resultados.

El otro que se atrevió con el temporal de viento fue un vehículo autónomo, un URO Vamtac del Ejército de Tierra armado con la torre Guardian 2 que presentaron Escribano y el INTA. Una excepción terrena en una feria donde la mayoría de los drones son aéreos y que llevó a alguna equivocación simpática, como la petición por parte de la base del plan de vuelo del vehículo. Finalmente el Vamtac hizo su recorrido sin conductor y sin despegarse del suelo ni un milímetro.

Pero si de algo puede presumir UNVEX es de haber atrapado a las autoridades. El primer día el secretario de Estado de Defensa (Sedef), Agustín Conde, anuló esa agenda inconfesable que obliga a los políticos a hacerse la foto y salir corriendo hacia otra foto. El Sedef, en cambio, optó por sentarse a escuchar la primera conferencia y luego echó la mañana entera de visita a los estands. El segundo día, el director general de Armamento y Material (Digam), almirante Santiago González, no solo asistió a las conferencias, sino que visitó los estands por la mañana y por la tarde disfrutó de las demostraciones. Todo un día en el que los expositores pudieron mostrar sus productos a una de las máximas autoridades del sector en lo que a compras para las Fuerzas Armadas se refiere.

Pero UNVEX no solo ha servido para reunir a las grandes autoridades del sector con las empresas y sus productos. Tras políticos, almirantes y generales, decenas de comandantes, tenientes coroneles y coroneles han recorrido los pasillos de la cumbre. Y ojo, que aunque menos llamativos a pie de un estand (y muchos incluso camuflados de civil), ellos son realmente los que usan, analizan y después elaboran los informes para los primeros. Incluso ha habido, además de representantes de países europeos, varias delegaciones de más allá de la UE, como la tailandesa o la colombiana.

A cierre de la segunda jornada (aún falta una, la de hoy), las empresas alababan la política de la feria y su tamaño. Dos puntos importantes para ellos porque reúnen a quien realmente importa reunir. El motivo es que al contrario que otros eventos que se abren al gran público para engordar las cifras finales, UNVEX reserva la entrada a profesionales y el tamaño de la feria es a escala humana. Es decir, todos lo que caminan por los pasillos son vendedores o compradores y esos pasillos tienen el tamaño justo para, en los tres días que dura el evento, poder verlo todo. Ese, al menos para los expositores consultados, es uno de los secretos del éxito. La feria ha puesto las condiciones, el resto ya es cosa de la labia del que expone.