El próximo miércoles día 30, el jefe de seguridad de vuelo de la Flotilla de Aeronaves de la Armada (Floan), capitán de corbeta David Juárez Galán, moderará en el marco del congreso de drones Unvex Security & Defense la mesa de conferencias dedicada a formación de operadores y tripulaciones. Juárez destacó en entrevista con Infodefensa.com que, para el manejo de sistemas aéreos no tripulados (UAS) en la Undécima Escuadrilla, "la necesidad de formación tanto de operadores como de mantenedores continúa siendo una de las necesidades más importantes".
Juárez es piloto de RPAS y recibió en 2014 la formación específica para manejar el sistema Scaneagle que opera la Undécima escuadrilla.
¿Cómo ha crecido en los últimos años la necesidad de formación de operadores de UAS dentro de la Armada?
Siempre que se crea una nueva unidad o se incorpora nuevo material, la necesidad de formación es notable sobre todo en un primer momento. Esto se debe a que es necesario alcanzar un nivel mínimo que nos permita comenzar a operar como unidad en todas las áreas, pero sobre todo en tres: operador/Piloto, mantenimiento y operador de carga de pago/fotointerpretación. Una vez alcanzado el nivel suficiente u óptimo, la necesidad de formación se centrará en la tasa de reposición del personal que por la idiosincrasia de la vida militar va cambiando de destino.
¿Qué más tienen en cuenta los Ejércitos para valorar las necesidades formativas?
Además de todo ello, otro factor determinante a la hora de establecer las necesidades de formación es el nivel de ambición que la organización, en este caso la Armada, establezca para la unidad, y con ello nos referimos a la carga de misiones que se le asigne. Lo cierto es que, debido a la corta vida de la unidad [la Undécima Escuadrilla de Aeronaves de la Armada] y la cantidad de operaciones en las que participa desde su creación, la necesidad de formación tanto de operadores como de mantenedores continúa siendo una de las necesidades más importantes.
¿Cuáles son los criterios principales a la hora de determinar el emplazamiento de una unidad de RPAS en España?
Habrá que tener en cuenta muchos aspectos en cuanto a las infraestructuras necesarias, pero el factor determinante es el que responde a la pregunta: ¿Dónde se puede volar? El hecho de que la normativa española establezca el espacio aéreo segregado para el vuelo de RPAS, y que ese espacio tenga que ser aprobado una vez se haya remitido a la autoridad competente un estudio de viabilidad, complica notablemente la elección. Esto es así porque conviene encontrarse fuera de los CTR de aeropuertos, aerovías, ciertos núcleos de población, etc., y a su vez contar con zonas adecuadas para operar y adiestrarse. En el caso de la Armada se aprovecharon las instalaciones de la unidad de blancos aéreos situada en la costa, si bien es cierto que el Scaneagle lo permite ya que no requiere de pista para despegue y toma.
El sistema Scaneagle puede operar tanto desde tierra como desde buques, ¿cuáles son las diferencias más significativas entre ambas operaciones?
La mayor diferencia se encuentra en la complejidad del sistema, ya que para operaciones de embarcado se requieren dos antenas direccionales para garantizar una cobertura de 360º, y que además deben estar giroestabilizadas para un correcto apuntamiento. Se necesitan también módulos de conmutación de antenas y vídeo, antena dedicada de posicionamiento del buque y giróscopo en las estación de control. Por otro lado, las operaciones de lanzamiento y recuperación son más complejas a bordo ya que se debe tener en cuenta el movimiento del buque, el viento relativo (aparente) sobre la cubierta y la relación entre éste y el viento absoluto.