La compañía española Expal ha mostrado esta semana en la cumbre europea de sistemas remotamente tripulados UNVEX S&D, celebrada en León, las capacidades de su RPAS Shepherd como observador avanzado de los sistemas de apoyo de fuego indirecto.
El responsable de producto de Expal, Manuel Martín, detalló a Infodefensa.com que la empresa apuesta por un sistema especializado en la localización de objetivos que pueda operar de forma conjunta con soluciones propias, como el mortero Eimos 81 mm, y mejore el conocimiento del entorno.
El Shepherd se caracteriza por su camuflaje en forma de ave rapaz, lo que proporciona una mayor discreción en las misiones de vigilancia. Con un peso de 2,8 kilogramos, el sistema pertenece a la categoría mini. El lanzamiento se efectúa con la mano y el aterrizaje se lleva a cabo sobre el suelo.
El cuerpo y las alas están fabricadas en polipropileno expandido, mientras que la cola y las puntas de las alas están hechas de fibra de carbono. Dispone de tres cámaras: una frontal para el pilotaje y dos cámaras cenitales fijas que se orientan en función de las necesidades del operador. Una de día, con un intensificador para explorar zonas iluminadas durante la noche, y otra térmica.
La navegación es automática con un software que define el plan de vuelo y que permite modificar la misión en tiempo real. Cuenta con una autonomía que ronda la hora de vuelo y un alcance de entre diez y quince kilómetros de ida y vuelta. Una distancia, detalló Martín, que resulta perfecta para, por ejemplo, un tiro de mortero que ronda los siete kilómetros.
En el caso del Eimos, el RPAS detecta un objetivo y envía la posición por radiofrecuencia a la estación de control, con la capacidad de transmitir datos y vídeo a la vez. El Shepherd fue uno de los tres sistemas que sobrevolaron la base de Conde de Gazola durante la segunda jornada de demostraciones de vuelo, a pesar de las fuertes rachas de viento de hasta 16 nudos que soplaron a lo largo de la tarde.