La esperada alianza entre los gigantes de la construcción naval europea Naval Group (francesa) y Fincantieri (italiana) se ha quedado de momento en la creación de una empresa conjunta. La prevista fusión de ambas compañías de raíz pública, a la que alguno de sus artífices definió como un proyecto de creación de un Airbus naval, se ha limitado a la fundación de una tercera compañía, formada al 50 por ciento por cada una de las dos señaladas.
Naval Group y Fincantieri han elegido el marco de la mayor feria naval militar del mundo, Euronaval, que tiene lugar estos días en París, para anunciar esta solución. Este verano se animaron las expectativas de la esperada cooperación entre ambas cuando la portavoz del Ministerio de Fuerzas Armadas francés, Valérie Lecasble, reveló que las autoridades de París y Roma ya estaban estudiando las propuestas empresariales que recibieron el pasado junio.
Finalmente se ha decidido crear una empresa conjunta con la que ambos grupos optarán a “programas binacionales” y a otros de exportación.
Dos años de negociaciones
Francia e Italia llevan al menos desde hace dos años trabajando en la búsqueda de una alianza entre sus astilleros de propiedad principalmente pública para crear lo que el consejero delegado de Fincantieri, Giuseppe Bono, definió en 2016 como un 'Airbus naval' en Europa con el objetivo de mejorar la competitividad de esta industria del viejo continente frente al resto del mundo.
Cuando Bono alentó hace dos años a la creación de un ‘Airbus naval’ se refirió a un acuerdo mucho más ambicioso, en el que en primer lugar exhortaba a la entonces DCNS (actual Naval Group) a emprender esta unión que ya va adquiriendo forma, pero también apelaba a los otros cuatro grandes astilleros con capacidad de construcción militar del continente: BAE Systems (Reino Unido), ThyssenKrupp Marine Systems (Alemania), Navantia (España) y Damen (Países Bajos).
La fórmula propuesta por las compañías navales de Francia e Italia busca sinergias en investigación, desarrollo y adquisición de equipos y cooperar en tareas de exportación para tratar de reducir la competencia entre ambas. También se planteó una participación en el 10 por ciento del accionariado de cada una en la otra, lo que finalmente no ha tenido lugar.