Robles recupera la inversión en un año marcado por el cambio político

El año 2018 arrancó con la promesa de un nuevo ciclo inversor por parte de la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. Este proyecto recogía cinco programas principales, sin embargo quedó aparcado con el cambio de Gobierno. El nuevo equipo ministerial, dirigido por Margarita Robles, apostó a partir de mediados de año por un nuevo plan de adquisiciones, con algunas modificaciones respecto al anterior, por un valor que ya supera los 12.700 millones de euros.

A pesar de la inestabilidad política, el curso acabará con la mayor inversión en material de defensa de las dos últimas décadas, lo que permitirá sacar adelante programas claves como la fragata F-110 o el VCR 8x8. Si bien, la autorización para poner en marcha nuevos proyectos está más relacionada con la urgente necesidad de actualizar algunos sistemas de armas, como los helicópteros Chinook, y con los compromisos adquiridos con la industria, que con una apuesta decidida por un plan de modernización de las Fuerzas Armadas a medio y largo plazo.

Respecto a este plan, tanto el equipo de Cospedal, antes, como el de Robles, ahora, han esgrimido en repetidas ocasiones que su aprobación resulta fundamental para garantizar la operatividad de los Ejércitos, pero el debate todavía no ha llegado al Congreso de los Diputados, de donde debe salir el proyecto. Y parece que, en este caso, la situación política sí afecta, puesto que resulta complicado alcanzar hoy por hoy acuerdos con un amplio consenso entre los partidos que componen la Cámara Baja.

Aun así, las cifras hablan por sí solas. En los últimos seis meses, el Gobierno socialista de Pedro Sánchez ha aprobado 12.700 millones de euros para nuevos programas de armamento. El mayor gasto en defensa de la historia reciente de España. Esta inversión tendrá un impacto directo en las principales empresas del tejido industrial durante la próxima década; es el caso de compañías como Navantia, Indra, Santa Bárbara Sistemas, Sapa, Airbus Defense and Space o Hisdesat. A estas hay que sumar un gran número de pequeñas y medianas empresas que también se beneficiarán directamente.

Principales programas de Defensa

Siete son los grandes proyectos que han recibido financiación en el Consejo de Ministros. El ciclo inversor comenzó a finales del mes de julio con la autorización del aumento del techo de gasto del submarino S-80 en 1.771 millones de euros y el acuerdo con Hisdesat por valor de 1.397 millones de euros para los servicios hasta 2037 de los dos nuevos satélites de comunicaciones militares. Hay destacar que la fabricación de los futuros Spainsat NG ya está en marcha. En concreto, el Ministerio de Industria ha concedido recientemente un préstamo de 76 millones al operador de servicios gubernamentales por satélite.

Tras la reanudación de la actividad política en septiembre, el Ejecutivo dio luz verde a otros dos programas: la modernización de los 17 helicópteros Chinook del Ejército de Tierra por 819 millones de euros y la adquisición de un segundo lote de helicópteros NH-90 por 1.381 millones de euros.

Por último, el pasado 14 de diciembre el Consejo de Ministros autorizó una partida récord de 7.331 millones para la construcción de las cinco fragatas F-110 de la Armada, la primera fase del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 y la actualización de la flota de cazas de combate Eurofighter del Ejército del Aire. En estos tres programas, la firma de los contratos con la industria está prevista para el próximo año.

El desembolso del gasto acordado tendrá lugar de forma progresiva en anualidades entre los años 2019 y 2032. La inversión final se eleva hasta casi los 12.800 millones si se añaden otros contratos menores aprobados por el Gobierno en los últimos meses como la adquisición de un nuevo helicóptero Super Puma por 18 millones; el sostenimiento de aeronaves por 21,6 millones; y la modernización del misil de crucero Taurus por 30 millones.