La oferta que hace casi dos años realizaron Airbus y Lockheed Martin para dotar a la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) con el avión cisterna europeo A330 MRTT, no estaba desencaminada. A pesar del compromiso de compra de un primer lote de hasta 179 aparatos del modelo de Boeing KC-46, ahora es más probable que la USAF acabe adquiriendo además unidades de otro fabricante para un tramo posterior, y el A330 MRTT sería en ese caso básicamente la única alternativa. Las expectativas se han abierto después de que el miércoles la USAF anunciase que está estudiando si otro fabricante está interesado y en condiciones de fabricar la siguiente tanda de aviones cisterna de reabastecimiento en vuelo que va a adquirir, que supondrá entre 140 y 160 aviones más.
El historial de fallos y retrasos que pesa sobre el KC-46 Pegasus está jugando en su contra y ha abierto esta ventana un posible nuevo fabricante a suministrar esta capacidad a Estados Unidos, como refleja la información publicada por la agencia Reuters. Tras el señalado acuerdo con Boeing para la producción de 179 aviones, la USAF prevé un nuevo tramo de entre 140 y 160 aparatos, con los que seguir sustituyendo a la anticuada flota de cientos de aparatos KC-135 que lleva décadas prestando servicio. En total, la USAF espera realizar la sustitución completa en tres lotes. Del que se está hablando ahora, por tanto, es del segundo.
El fabricante europeo fue el primer ganador
En su información, la agencia de noticias destaca que este asunto llega días después de que Estados Unidos y la Unión Europea hayan acordado una tregua en sus desencuentros, en torno a las subvenciones a sus respectivos fabricantes Boeing y Airbus, que ya acumulan más de tres lustros.
Se da la circunstancia de que el modelo A330MRTT de Airbus, que a diferencia de su competidor norteamericano lleva tiempo prestando servicio a varios clientes, ya le ganó la partida en 2008 a Boeing en el concurso del señalado primer lote para dotar con 179 unidades a la USAF. Sin embargo, aquella oferta, presentada por EADS (actual Airbus) junto con la estadounidense Northrop Grumman, fue finalmente impugnada tras ser apelada por Boeing, y en medio de presiones políticas. De este modo el fabricante del KC-46 acabó en 2011 llevándose el acuerdo para los primeros 179 aviones, dentro del programa conocido como KC-X.