Los buques japoneses Izumo y Kaga no dispondrán de rampas para el despegue en sus proas para facilitar las operaciones con aviones de combate F-35B. El plan nipón para transformar en portaaviones estos dos buques portahelicópteros (o destructores portahelicópteros como son oficialmente conocidos en el país) no incluye finalmente la fórmula del Sky-jump (rampa de salto) de la que se sirven los portaaviones británicos, italianos y el LHD Juan Carlos I español para facilitar el despegue.
Las naves japonesas sí reformarán su proa, pero para asemejarla a la de los buques anfibios estadounidenses desde los que operan los F-35B, de forma que pasarán a adoptar un diseño cuadrado, en vez del trapezoidal que ahora presentan. De esta manera los barcos mantendrán más espacio en cubierta (como los de la clase Wasp y America norteamericanos) pero sus aviones no podrán operar con más combustible y armamento como les facilita la fórmula del Sky-jump a estas aeronaves STOVL (siglas en inglés de despegue corto y aterrizaje vertical).
De acuerdo con una fuente de la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón (JMSDF) consultada por Jane´s, la solución adoptada mitigará las turbulencias que se producen durante los despegues cuando se realizan con la ayuda de rampas. Además, las aeronaves podrán despegar y aterrizar por el lado de babor de la cubierta de vuelo manteniendo una distancia más segura de la isla del buque, añade.
El Izumo ya se encuentra en la primera etapa de conversión en portaaviones, afirma el medio. Las modificaciones de los dos barcos están programadas para coincidir en dos etapas principales con los periodos de mantenimiento previstos para ambos cada cinco años.
El Departamento de Estado de Estados Unidos autorizó el pasado verano la posible venta a Japón de 42 aviones de combate de quinta generación F-35. Con este trámite se han confirmado los planes nipones para contar con nuevas aeronaves con las que podrá operar desde sus futuros portaaviones.
Previamente, a finales de 2018, el Gobierno japonés dio luz verde a la renovación de los dos destructores portahelicópteros Izumo para que puedan equipar estos aviones. Ambos barcos se convertirán así en los primeros portaaviones con los que contará el país desde la Segunda Guerra Mundial. Con esta transformación, Tokio pretende hacer frente a China, con la que mantiene una disputa a cuenta de un grupo de islas del mar Pacífico denominadas Senkaku por los japoneses, y Diaoyu por los chinos.
Los buques de la clase Izumo, el JDS Izumo y el JDS Kaga, este último asignado el año pasado, desplazan 27.000 toneladas a plena carga y cuentan con 248 metros de eslora.