Fincantieri bota su primer patrullero oceánico para Catar

La compañía italiana Fincantieri ha botado la primera de las dos patrulleras oceánica (OPV, por sus siglas en inglés) que le encargó Catar hace tres años. El buque forma parte del mayor pedido de la historia de la empresa, formalizado en el verano de 2017 con el Estado árabe por un valor estimado de 4.000 millones de dólares. El encargo se completa, además de esta OPV, que ha recibido el nombre de Musherib, de otra OPV, cuatro corbetas de más de 100 metros de eslora y servicios asociados a su mantenimiento durante quince años después de las entregas.

El acto, que tuvo lugar la semana pasada siguiendo la normativa sanitaria vigente para prevenir contagios de Covid-19, llegó tras el primer corte de hacer de la cuarta corbata del programa, la Sumaysimah. La ceremonia estuvo encabezada por el ministro de Defensa italiano, Lorenzo Guerini, y el viceprimer ministro y ministro de Defensa de Catar, Khalid bin Mohammed Al Attiyah, y contó, entre otras autoridades, con la presencia del presidente de Fincantieri, Giampiero Massolo, el consejero delegado de la empresa, Giuseppe Bono, y los jefes de Estado Mayor de las armadas de ambos países, el almirante italiano Giuseppe Cavo Dragone y el general catarí Abdulla Hassan Al Suleiti.

El nuevo barco, cuya entrega está prevista para 2022, tiene una eslora de 63 metros y 9,2 metros de manga. Su velocidad máxima será de 30 nudos y podrá acomodar hasta 38 tripulantes, de acuerdo con el medio especializado Defpost.

Potencia exportadora europea

Las siete naves del programa catarí encargado a Fincantieri serán construidas por la empresa íntegramente en Italia. El sector de astilleros europeos es el más exportador del mundo. Los doce astilleros encargados de esta actividad en el viejo continente (entre los que figuran la española Navantia, la francesa Naval Group, la neerlandesa Damen y la alemana ThyssenKrupp Marine Systems) vendieron en el exterior 49 de los 80 buques militares de entidad (se excluyen pequeñas naves como patrulleros oceánicos y buques de suministro) que construyeron entre 2009 y 2018. En cambio, de los 136 producidos en China en el mismo periodo solo 11 se exportaron; de los 68 rusos, 14 eran encargos externos; de 40 coreanos, 13 fueron exportados; dos astilleros estadounidenses terminaron 78 naves, de las que únicamente acabaron fuera seis, y de los 19 fabricados por Japón, ninguno fue exportado.