La OTAN recibe el primer A330 MRTT de su flota de 8 aviones cisterna

Airbus ya ha entregado el primer avión de transporte y suministro de combustible en vuelo A330 MRTT de la flota multinacional encargada por cinco países de la OTAN, conocida como MMF. El aparato ha sido reconvertido para su misión militar en las instalaciones que la empresa tiene en Getafe (Madrid) a partir del modelo civil A330-200, y prestará servicio desde la base neerlandesa de Eindhoven. En esa localización estarán emplazados cinco de los ocho aviones de la MMF encargados hasta el momento. Los otros tres se ubicarán en la ciudad alemana de Colonia. Países Bajos y Alemania son dos de los socios de este programa, del que también forman parte Bélgica, Luxemburgo y Noruega.

El avión, que ha sido pintado con los colores de la Real Fuerza Aérea neerlandesa, está configurado para prestar servicios de reabastecimiento en vuelo, transporte de pasajeros y carga y la evacuación médica.

La Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN (NSPA anunció en mayo la entrega de las dos primeras unidades de la flota para finales de este mes, por lo que se estima que el siguiente avión será suministrado de forma inminente. La incidencia de la pandemia de Covid-19 llevó a atrasar unas semanas la entrega del primer aparato, que inicialmente estaba previsto que llegase a su destino el pasado 1 de mayo. La tercera, cuarta y quinta aeronaves de la flota se encuentran actualmente en la planta de Airbus en Getafe para su reconversión, tras ser enviadas desde la sede de Toulouse (Francia).

Este programa conjunto arrancó a mediados de 2016 con el acuerdo inicial de Ámsterdam y Luxemburgo para la adquisición de sus dos primeras aeronaves y con la expectativa de que más países se unirían a la iniciativa. Así fue. En 2017 se sumaron Berlín y Oslo con el encargo de cinco aparatos más y Bruselas acordó en 2018 la compra del octavo avión por 258 millones. La iniciativa está abierta a la entrada de más socios y a la adquisición prevista por contrato de otras tres aeronaves más.

La Agencia Europea de Defensa (EDA) emprendió en 2012 el objetivo de lograr una autonomía de los socios del viejo continente en el reabastecimiento en vuelo. Los países europeos suman alrededor de cuarenta aviones cisterna de una docena de tipos diferentes y además tienen dificultades para operar con los permisos necesarios. Hasta el momento se habían ido logrando autorizaciones específicas caso a caso para atender una operación de guerra, por ejemplo. Cuando Europa necesitaba un servicio adicional de suministro en vuelo, como en las campañas militares sobre Libia y Mali, acudía a la ayuda de Estados Unidos para contar con una capacidad de la que hasta el momento no disponía por sí misma.

Campaña de la EDA

Ante el panorama expuesto, la EDA inició su campaña para lograr un enfoque coordinado y sin restricciones con el objeto de aumentar la flexibilidad de los reabastecimientos y facilitar los despliegues inmediatos de los recursos militares. Así, hace ocho años los ministros de Defensa adscritos a la agencia le encargaron crear una aeronave multinacional de reabastecimiento en vuelo.

Posteriormente, hace tres años, la Organización Conjunta para la Cooperación en Materia de Armamento (Occar) firmó el contrato de adquisición de los dos primeros MRTT en nombre de los países compradores (inicialmente Países Bajos y Luxemburgo).

La NSPA, por su parte, es la encargada de la compra, el soporte en servicio de la flota MMF y de apoyar activamente a la llamada Unidad Multinacional de Transporte/Cisterna Multipropósito (MMU, por sus siglas en inglés), constituida el verano pasado, y cuya flota será propiedad de la OTAN, mientras que los costes y el personal para operar serán asignados en función de las horas de vuelo necesarias para cada país.