La carrera emprendida en la región de Asia-Pacífico por adquirir portaaviones, iniciada por China y a la que prevé sumarse Japón, tiene un nuevo participante. Corea del Sur ha optado por dotar de capacidad para operar con aviones STOVL a un nuevo LPH (siglas en inglés de plataforma de aterrizaje de helicópteros) de 30.000 toneladas que prevé tener listo a finales de la próxima década. La decisión se tomó en una reunión con militares el pasado 12 de julio
El único modelo de aeronave STVOL (siglas en inglés de despegue corto y aterrizaje vertical) disponible es el estadounidense F-35B. Corea del Sur optó en 2013 por hacerse con 40 aviones estadounidenses F-35, aunque en principio de la variante de despegue y aterrizaje convencional, F-35A, que no está preparada para operar desde buques. Seúl deberá adquirir por tanto F-35B para que su futuro LPH-II, como ha sido denominado el nuevo barco, pueda operar con aviones. De acuerdo con una fuente de adquisiciones coreanas de defensa recogida por Defense News, el plan pasa por la adquisición de 20 F35B. Según este interlocutor, el Gobierno ya ha encargado una investigación a un instituto financiado por el Estado sobre esta compra.
En cuanto al buque, según las declaraciones al mismo medio de un portavoz militar coreano, que no quiere revelar su identidad, en dos años se espera completar una investigación preliminar que permitirá incluir el plan de construcción del barco a medio plazo. Según la fuente, el LPH-II doblará el desplazamiento de los actuales buques LPH coreanos (Dokdo y Marado), de 14.500 toneladas cada uno, hasta llegar a las 30.000 toneladas. Se trata de un desplazamiento mayor a las 27.000 toneladas de las naves de la clase Izumo que Japón anunció que tiene la intención de capacitar para operar también con aviones F-35B.
Japón es un país visto con recelo en Corea del Sur, como también lo es China, que hace unos años puso en marcha su proyecto para dotarse de una flota de portaaviones, en este caso de mayor capacidad que los planeados por Tokio y Seúl. A finales del año pasado trascendió que Pekín ya construye su tercer buque de este tipo. Además, los planes chinos, según distintos medios, pasan por la creación de una flota de hasta seis portaaviones e incluso está tratando de adquirir experiencia para desarrollar en una segunda fase sus propios portaaviones nucleares.
También en Australia, que en la actualidad cuenta con dos LHD (similar a los LPH pero además con un dique inundable) basados en el buque español Juan Carlos I, aunque sin la capacidad para desplegar aviones que tiene este, han llegado a plantearse la adquisición de una tercera unidad con esta capacidad de desplegar aeronaves de ala fija.
Para el analista del Instituto de Investigación de Corea para la Estrategia Nacional, Kim Dae-young, el plan coreano “es un paso simbólico y significativo para mejorar la capacidad naval del país frente a las amenazas potenciales planteadas por Japón y China”.