El lunes 4 de abril pasado se registró un accidente en el kilómetro 24 de la Ruta 5 Norte, en el sector norte de Santiago. De acuerdo a los antecedentes policiales, el hecho se produjo cerca de las 19:00 horas cuando el automóvil, en el que viajaba una madre de 29 años junto a sus dos pequeñas hijas (de ocho y cinco años), chocó contra una grúa de la autopista. La conductora no se percató del vehículo de construcción que estaba recogiendo conos por trabajos en la ruta, impactándolo a alta velocidad. Tras el choque, la mujer y su hija menor fallecieron en el lugar, mientras que la niña mayor quedó gravemente herida y con riesgo vital. Ante la emergencia, fue trasladada en un helicóptero de la Prefectura Aérea de Carabineros hasta la Clínica Las Condes donde fue atendida y se pudo salvar.
El procedimiento, denominado Evacuación Aeromédica (Evacam), se inicia con la solicitud efectuada por el Médico Regulador del Servicio de Atención Médica de Urgencia Metropolitano (SAMU), ya que existe, en la ciudad de Santiago, un convenio vigente que permite el apoyo de las aeronaves policiales en emergencias que revisten carácter de urgentes y que, a criterio del médico, requieren de un traslado oportuno a un centro asistencial. Estos vuelos son de vital importancia y se realizan con el objetivo de entregar la primera atención y derivar de forma rápida a la persona lesionada, con la única intención de salvaguardar su vida.
Este tipo de operativo es uno de los tantos que ha realizado durante sus 60 años de existencia la Prefectura Aérea de Carabineros, unidad policial que conoceremos en el siguiente reportaje de Infodefensa.com y que se dividirá en dos partes. Este artículo se pudo realizar gracias a las gestiones del Departamento de Comunicaciones Sociales; al prefecto de la Prefectura Aérea, coronel Belisario Vega; y al jefe de la Sección Operaciones, capitán Felipe Jaque.
La Prefectura Aérea de Carabineros tiene sus orígenes en la creación del Club Aéreo de Carabineros, el 16 de junio de 1948, cuando un grupo de oficiales comenzó a visualizar las ventajas de incorporar a la aviación en la función policial. El 2 febrero de 1960 se había creado la Brigada Aeropolicial, según el Boletín Oficial de Carabineros de Chile N°1706-60 con Orden General Nº 3532. Es así como hace 48 años, un día 24 de abril de 1972, la hasta entonces Brigada Aeropolicial subió a la categoría de Prefectura Aeropolicial, la que comienza a operar en terrenos del aeródromo Eulogio Sánchez (conocido como aérodromo Tobalaba), y el 23 de octubre del 2009 la Orden General Nº 1905 cambió la denominación de Prefectura Aeropolicial a Prefectura Aérea de Carabineros.
Al momento de conformarse como Prefectura, las primeras aeronaves que sirvieron para iniciar la era de helicópteros en la institución fueron los que llegaron a principios de 1969, y que consistían en un Hughes 269B biplaza (CC-KKO) adquirido por el Club Aéreo. Este único helicóptero se complementó con la incorporación de dos Fairchild FH-1100 de cinco plazas (CC-ECK y CC-ECL). Luego se sumaron dos helicópteros más: un Hughes 269B (CC-KKU) y un Hughes 269C (CC-KKD). Estas aeronaves fueron adquiridas por medio de un convenio entre Carabineros de Chile y la Agencia Internacional de Desarrollo. Sin embargo, al poco tiempo, se mostraron insuficientes en cuanto a sus performances para realizar las labores policiales demandadas, por lo que se comenzó con la búsqueda de unidades que pudieran satisfacer la demanda de llegar a una mayor altura, volar en condiciones un poco más adversas y que les permitiera aterrizar en forma segura en cualquier parte.
Es así como en 1974 se selecciona el helicóptero de origen alemán Messerchmitt Bölkow Blohm MBB Bo-105 (hoy Airbus Helicopters). De esta forma dos años más tarde la Prefectura da un gran salto tecnológico al comenzar a operar los MBB Bo-105, modelo biturbina de rotor rígido y de gran versatilidad. Con estas aeronaves la unidad “salta a la fama” en lo que a evacuaciones aeromédicas se refiere. Se desarrolla un programa en el cual las unidades aéreas estaban en contacto con radiopatrullas, Fuerzas Especiales y demás unidades de Santiago, asegurando la coordinación en la diversidad de operaciones en que eran requeridas estas aeronaves de alas rotatorias que se mantienen operativas hasta hoy.
La flota de la unidad aérea se incrementó con material de ala fija y rotatoria que revisaremos a continuación y que desde el inicio de la pandemia, han realizado una gran cantidad de operaciones, sobre todo relacionadas con el transporte de medios logísticos desde la ciudad de Santiago a las distintas regiones del país.
La Prefectura Aérea está liderada por el prefecto de la Prefectura Aérea, coronel Belisario Vega, quien tiene a cargo la Subprefectura de Operaciones; el Centro de Instrucción de Especialidades Aeronáuticas, y la Subprefectura Administrativa.
Como órganos operativos, se encuentra la Sección Operaciones; Sección Técnica de Aeronaves Remotamente Pilotadas (RPAS); Sección Mantenimiento Aeronáutico; y la Oficina de Seguridad Aeroespacial. Como órganos administrativos se encuentran la Sección Administrativa, la Sección Logística y la Sección Proyectos. Y como órganos de apoyo, la Prefectura Aérea cuenta con la Sección Finanzas; Ayudantía; Asesor Jurídico; Servicio Médico Dental; Consejo de Instructores; Consejo Asesor de Adquisiciones; y un ingeniero aeronáutico.
La Prefectura Aérea es una repartición de Orden y Seguridad, especializada, que tiene por misión satisfacer las funciones institucionales operativas y de apoyo, mediante la utilización de tecnologías y recursos aeronáuticos. La visión de esta repartición especializada se centra en que la función operativa se ejecute a través de servicios policiales preventivos y de control del orden público y la función de apoyo mediante actividades de comodidad pública, solidaridad social, integración nacional, y otras, orientadas a las necesidades de transporte y logística institucional, de otros servicios del Estado y de la comunidad nacional, empleando recursos aeronáuticos.
Actualmente continúa asentada en el aeródromo Eulogio Sánchez en Santiago, y para cubrir las diversas necesidades y demandas que se generan en el ámbito aeronáutico, y relacionado con la función policial, esta repartición especializada cuenta con las siguientes nueve Secciones Aéreas a nivel nacional:
-Sección Aérea Iquique que actualmente cuenta con un avión Beechcraft/Raytheon B200 King Air y un helicóptero Leonardo AW109E Power.
-Sección Aérea Antofagasta, que actualmente cuenta con un avión Piper PA-31 310 Navajo C y un helicóptero Leonardo AW109E Power.
-Sección Aérea La Serena, que actualmente cuenta con un helicóptero Airbus Helicopters Bo-105 LS.
-Sección Aérea Talca, que actualmente cuenta con un helicóptero Airbus Helicopters Bo-105 LS.
-Sección Aérea Concepción, que actualmente cuenta con un avión Piper PA-31 310 Navajo C y un helicóptero Airbus Helicopters BK-117.
-Sección Aérea Temuco, que actualmente cuenta con dos helicópteros Airbus Helicopters BK-117.
-Sección Aérea Puerto Montt, que actualmente cuenta con un avión Beechcraft/Raytheon B200 King Air y un helicóptero Leonardo AW109E Power.
-Sección Aérea Coyhaique, que actualmente cuenta con un helicóptero Leonardo AW109E Power.
-Sección Aérea Punta Arenas, que actualmente cuenta con: un helicóptero Leonardo AW109E Power.
El proceso de formación de un piloto de ala fija consta de tres semestres académicos, siendo dos teóricos en aula y uno práctico-teórico. En dichos semestres se imparten cátedras que permiten al piloto adquirir conocimientos integrales en cuanto a la aeronave y condiciones de vuelo. Las clases incluyen meteorología, física, aerodinámica de avión, ingeniería y sistemas de avión, entre otros. Además de simuladores que proporcionan el primer acercamiento a la futura área de operación en la que se desempeñarán.
Los alumnos pilotos cursan dichos estudios en el Centro de Formación Básica, lugar adecuado para la formación de los futuros pilotos y que se encuentra en dependencias de la Prefectura Aérea. Es aquí donde los pilotos de ala fija comienzan su periodo de instrucción en el Cessna 206, incorporando además clases en un entrenador sintético, en el que realizan sus primeras aproximaciones. Luego, una vez que obtienen su licencia de piloto privado, inician su periodo de transición a aeronaves como Piper Navajo, Piper Cheyenne y, finalmente, en el Beechcraft King Air B200.
En tanto el proceso de formación de un piloto de ala rotatoria, consta de tres semestres académicos, siendo dos teóricos en aula y uno práctico-teórico, en dichos semestres se imparten cátedras que permiten al piloto adquirir conocimientos integrales en cuanto a la aeronave y condiciones de vuelo. Las clases incluyen meteorología, física, aerodinámica de helicóptero, ingeniería y sistemas de helicóptero, entre otros. Además de un entrenador sintético que proporciona el primer acercamiento a la futura área de operación en la que se desempeñarán.
Los alumnos pilotos cursan dichos estudios en la Sección de Formación Básica, lugar adecuado para la formación de los futuros pilotos y que se encuentra en dependencias de la Prefectura Aérea. Es aquí donde los pilotos de ala rotatoria comienzan su periodo de instrucción en el Bell 206, incorporando clases en un simulador de vuelo de helicópteros mediante el cual realizan una primera aproximación al vuelo. Posterior a ello, cuando obtienen su licencia como pilotos privados de helicópteros, y conforme se cumplen los procesos de desarrollo de carrera internos, realizan la transición a aeronaves con otras performances (al igual que los pilotos de ala fija), volando materiales de vuelo como los Bo-105, BK-117, H135, AW109E y AW139.
La Prefectura Aérea cuenta con aeronaves que son adquiridas mediante licitaciones públicas. En relación a ello, esta repartición especializada busca en los medios aéreos las características y funciones necesarias para operar adecuadamente en labores asociadas a la función policial. Por ello es que la adquisición de las mismas se adjudica a las empresas que brinden en sus aeronaves estos estándares. Debido a esto es que cada modelo de avión o helicóptero con el cual cuenta la Prefectura dice relación con especificaciones técnicas que en el momento de la adquisición son necesarias para operar de manera segura.
Cada material de vuelo tiene definida su operación y componen la flota de ala fija y rotatoria. La flota de helicópteros está compuesta por cuatro Bo-105 (CBS y LS), tres BK-117, dos H135, cinco AW109 y un AW139. Todos se encuentran aptos para realizar operaciones táctico-aeromédicas y traslado de autoridades. Y dos Bell 206 Jet Ranger, los cuales se encuentran aptos y habilitados para realizar labores de instrucción básica a los pilotos alumnos de la Prefectura Aérea. El helicóptero más moderno en el inventario es el Leonardo AW139 de fabricación italiana. Este modelo, dada la potencia de sus motores, logra alcanzar los 306 kilómetros por hora crucero máximo. Cuenta con un foco de búsqueda, cámara termográfica, una grúa de rescate con provisiones fijas y móviles, y capacidad de transporte de 15 personas más dos pilotos, por lo que se utiliza para el traslado de tropas, equipos especializados o tres camillas transversales.
En 2014, un carro de Bomberos golpeó las palas del rotor principal de un helicóptero H135 (EC-135) de dotación de la Prefectura, el que se prestaba a realizar una evacuación aeromédica, manteniéndose posado en una avenida principal. Al respecto, todas las aeronaves cuentan con los seguros respectivos, y en dicha oportunidad, el helicóptero resultó con pérdida total, por lo que al contar con los seguros vigentes, estos repusieron la aeronave con otra del mismo fabricante, modelo y condiciones técnicas.
La flota de aviones la componen tres Raytheon B-200 Super King, los cuales se encuentran aptos para realizar operaciones táctico-aeromédicas, traslado de autoridades, y, específicamente, el avión matrícula C-52, de la Sección Aérea Iquique, para la realización de patrullajes aéreos y captación de imágenes, al contar con una cámara de altas especificaciones técnicas, utilizada preferentemente en el norte, para misiones de inteligencia policial, y de vigilancia aérea por pasos fronterizos no habilitados, entre otros. Además la flota de ala fija se compone por un Piper PA-31T Cheyenne II, un Cessna T210M, dos Piper PA-31 310 Navajo C, un Cessna C-210N Centurion II y un Cessna U-206G Stationair 6 II, que sumado a las operaciones táctico-aeromédicas y traslado de autoridades, también se encuentra habilitado para realizar labores de instrucción básica a los pilotos alumnos.
Para leer la segunda parte del reportaje pinchar aquí.
Fotos 1, 2 y 12: Issan Valenzuela. / Fotos 3, 4, 5, 6, 10, 11 y 13: Carabineros de Chile. / Foto 8: Fernando Castillo.