En base al requerimiento del Servicio de Transporte Terrestre (Setra) de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), la Dirección General de Logística ha solicitado la adquisición de tres vehículos portatropa para su uso en operaciones en soporte de las medidas de excepción durante el estado de emergencia nacional.
Los camiones reemplazarán igual número de vehículos que habían acumulado más de diez años de uso, que por su condición operativa fueron dados de baja el 12 de julio de 2018 y han sido catalogados en ‘estado de chatarra’ por la institución aeronáutica.
Al aprobar el presupuesto público para el ejercicio fiscal 2020, mediante el Decreto de Urgencia Nº 014-2020, el Gobierno peruano prohibió la compra de vehículos automotores con ciertas excepciones. Entre las excepciones destacan pérdida total de vehículos, ambulancias, vehículos de rescate, autobombas (camiones cisternas para lucha contraincendios), vehículos para seguridad ciudadana y seguridad interna, vehículos para alerta temprana y auxilio humanitario, vehículos para patrullaje y monitoreo ambiental.
Como se puede apreciar, la prohibición complica la modernización de las flota de vehículos terrestres para las Fuerzas Armadas, incluyendo aquellos empleados para transporte, limitando compras a situaciones de reemplazo o que encajen en las finalidades descritas.
El Ejército del Perú, por ejemplo, barajaba la compra de lotes adicionales de camiones militares nuevos, hasta 700 unidades, vehículos que habrían sido muy útiles para transportar a las personas que han tenido que regresar caminando a sus lugares de origen durante el estado de emergencia nacional.
Una excepción adicional a la prohibición de la compra de vehículos automotores es que los vehículos que se quieran reemplazar tengan una antigüedad igual o superior a diez años. Esta es la justificación que el Estado Mayor General de la FAP ha empleado para autorizar la compra de los tres camiones portatropa, con el objetivo de renovar, de manera limitada (por el reducido número), la flota de transporte terrestre.
La compra será financiada con recursos del presupuesto 2020 de la Fuerza Aérea.