El Ejército de Tierra ha puesto en marcha un proyecto para convertir la antigua fábrica de armas de Valladolid en un polígono de combate en zona urbanizada, que aspira a ser uno de los más grandes de Europa.
El terreno, dependiente del Ministerio de Defensa, cuenta con una extensión de más de 300 hectáreas. Está situado en los términos municipales de Cabezón de Pisuerga y Santovenia de Pisuerga, ambos en la provincia de Valladolid, entre la base de El Empecinado y el campo de maniobras y tiro Renedo-Cabezón.
El proyecto se encuentra en la actualidad en fase de estudio por la Cuarta Subinspección General del Ejército, según recoge la publicación mensual Digital Tierra. La previsión es que el Ejército reciba los terrenos entre la segunda mitad del 2020 y principios de 2021, tras la certificación como suelos no contaminados.
A partir de entonces, el polígono ya estaría operativo. De forma paralela, comenzarían una serie de trabajos para la mejora de las instalaciones. Un grupo de trabajo compuesto por diferentes unidades trabaja en un documento que incluya las mejoras necesarias para transformas las instalaciones actuales en un polígono enfocado al combate y C-IED en ambiente urbano con todos los detalles, desde emplazamientos de apoyo, accesos, hasta zonas de seguridad.
Por la antigua fábrica de armas han pasado ya especialistas en diferentes tipos de combate: urbano, tanto unidades ligeras y pesadas; bosque; subterráneo. También han estado personal de ingenieros, logística y NBQ. Todos han aportado ya su visión.
Esta zona ofrece una amplia extensión de terreno, un entorno natural diverso y una gran cantidad de construcción de distinta índole, en concreto, hasta 187 edificaciones, agrupadas en seis sectores, con características muy diversas. El jefe de personal y logística de la Plana Mayor de Mando del Regimiento Farnesio nº 12, comandante Ferrándiz, destaca que “el coste de construirlo partiendo de cero sería enorme”.
El documento Visión 2035 del Ejército de Tierra establece que las zonas urbanas son una de las áreas que presentan en el futuro un mayor riesgo y desafío. Por ello, resulta clave contar con instalaciones adecuadas para perfeccionar el adiestramiento en este tipo de ambientes. Otros países como Estados Unidos o Alemania ya han construido centros similares para mejorar la preparación de sus efectivos en estos entornos.
El Ejército pretende que este nuevo polígono disponga además de las últimas tecnologías. El proyecto incluye la instalación de cámaras y sensores para instrumentalizar los edificios y permitir tanto el uso de la realidad aumentada como el combate contra una fuerza enemiga con simuladores de duelo.
Asimismo, una red wifi interna garantizará el seguimiento de las unidades que actúen en las instalaciones y el envío de información al combatiente. El artículo detalla que “el empleo de la realidad aumentada, la inteligencia artificial o la robótica inteligente permite complementar estas experiencias, ampliando la capacidad de simulación de escenarios y situaciones de forma económica, y así evaluar con mayor rigor la actuación de las unidades ante los problemas a los que se enfrentan”.
El polígono estará diseñado para el adiestramiento en múltiples escenarios. Cuenta con edificios de diferentes alturas y terrazas para practicar incursiones verticales, túneles que conectan edificios y una zona boscosa en la orilla del río Pisuerga. El Ejército resalta que “en esta gran ciudad se buscará materializar el mayor número posible de opciones: desde barriadas (con mayor o menor densidad de población) hasta infraestructuras clave (hospitales, estaciones de ferrocarril, puestos de policía, etc.).
También busca una ambientación real con ruidos, olores, vehículos abandonados y hasta drones de vigilancia y se espera que la logística y la tecnología permitan modificar los elementos (vías de acceso, interior de edificios, etc.) con el fin de dar mayores opciones de adiestramiento.