El astillero Navantia ha reprogramado para mediados del próximo mes de marzo la puesta de flote del primer submarino de la serie S-80, el Isaac Peral, en sus instalaciones de Cartagena.
El acto estaba previsto, en un principio, para el mes de octubre de este año, sin embargo, el brusco parón de la actividad durante los meses de marzo y abril por la crisis del coronavirus trastocó todos los planes de la compañía. El regreso de los operarios al astillero se produjo de forma escalonada durante el mes de mayo y ya en junio el centro recuperó el ritmo de trabajo anterior a la pandemia.
Tras retomar la normalidad, la empresa ha analizado en las últimas semanas cómo afectará el Covid-19 a los plazos del programa S-80 y ha ajustado el calendario de hitos del proyecto. El nuevo cronograma estima un retraso como consecuencia del coronavirus de aproximadamente unos seis meses.
El programa ha dado importantes pasos en los últimos meses. En diciembre de 2019, Navantia procedió al cierre del casco resistente del primer submarino, y, en febrero, el constructor naval anunció la selección del Sistema de Propulsión Anaerobia (AIP, en sus siglas en inglés) propuesto por la compañía española Abengoa.
De forma paralela, Navantia trabaja en el adiestramiento de la dotación de quilla. En una primera fase, recibieron la formación los instructores de la Escuela de Submarinos de la Armada en Cartagena (Esubmar).
El adiestramiento de la primera dotación incluye cursos de distinta índole impartidos por suministradores de los principales equipos y sistemas, así como cursos de operación para manejo a bordo del submarino. Dos herramientas son claves en este proceso: el simulador de plataforma y el simulador táctico. Ambos sistemas, están desarrollados por el astillero estatal con el apoyo de socios colaboradores como Indra, SAES y Avio.