El Ejército de Tierra pondrá el foco este año en la mejora de medios y el armamento del Mando de Operaciones Especiales (MOE), destacando la adquisición de nuevos Vehículos Ligeros de Operaciones Especiales (VLOE).
El MOE también recibirá fusiles de precisión semiautomáticos 12,70 mm, fusiles semiautomaticos .308, AML MG-5 A2, medios CIS (RTFL 7850S-SPR, AN/PRC-152A, AN/PRC-117G, telefonía satélite y medios complementarios de mando y control), embarcaciones y equipos de navegación y buceo, según recoge la última edición de la Revista Ejército.
En el campo de los recursos materiales, el Ejército señala que el principal reto será la transición hacia un nuevo modelo de obtención de capacidades por Brigadas (Plan de Dotación del SCI de Brigada), en colaboración con la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) y con la vista puesta en la Brigada Experimental 2035.
Entre las novedades sobresalen además la recepción de tres demostradores del programa de combatiente a pie; el inicio del proceso de adquisición de nuevas redes miméticas multiespectrales; la compra de un laboratorio desplegable para análisis químico; la renovación de los fusiles de precisión .338; la recepción del prototipo del nuevo vehículo de combate de zapadores sobre barcaza Ascod (VCZ Castor); y la entrega de una nueva versión de Simacet-PRO, con nuevas necesidades implementadas y con la Interface de datos Técnicos (IDT) entre Simacet y BMS que simplificará los despliegues.
Asimismo, se impulsará la incorporación de los nuevos buques de Transporte Logístico por Vía Marítima (BTL), para sustituir las capacidades de los buques Martín Posadillo y Camino Español.
En el ámbito de la Inteligencia, el Ejército buscará la integración de la capacidad conjunta de inteligencia, reconocimiento y vigilancia (JISR), a partir de la modernización de los sensores y sistemas -como los RPAS- que conforman la capacidad Istar, para adaptar las estructuras asociadas a la función de combate inteligencia.
En relación al personal militar, la Fuerza considera prioritario incrementar el número de efectivos para contar con una cobertura mínima en las unidades que garantice su operatividad. Además, se llevarán a cabo acciones concretas para reducir la carencia de los perfiles críticos, como así también estudios para optimizar la gestión del talento dentro del concepto Fuerza 35.
En cuanto al área de apoyo a la preparación, se buscará integrar el simulador Siconet en programas de adiestramiento, como el Ejercicio Toro, con el fin de incrementar el realismo con el empleo de las fuerzas de oposición y de todos los medios de simulación disponibles.
Este año, el Ejército también continuará con los planes de infraestructura en proceso, con el fin de mejorar las condiciones de vida y trabajo en las bases y acuartelamientos, la racionalización y concentración de instalaciones, la remodelación de polvorines y la concentración de órganos logísticos.
Asimismo, se trabajará en la optimización de la organización y funcionamiento del sistema de Prevención de Riesgos Laborales en las instalaciones del Ejército, como así también el programa de gestión medioambiental.