Ocho Eurofighter españoles cruzarán el Atlántico para participar en el Red Flag

El Ejército del Aire español regresa a finales de este mes de febrero al ejercicio Red Flag, que se celebra en la base de Nellis (Nevada), cerca de la ciudad de Las Vegas. Este ejercicio de guerra aérea, liderado por la Fuerza Aérea estadounidense (Usaf), está considerado el más complejo y exigente de los que se organizan a nivel mundial.

Bajo la dirección del Mando Aéreo de Combate (Macom), en esta ocasión participarán ocho aviones de combate Eurofighter de las alas 11 y 14 (Morón de la Frontera y Albacete) y un destacamento de más de 200 aviadores.

La intensa preparación comenzó hace meses con ejercicios de tiro aire-tierra en el polígono de tiro de Bardenas Reales (Navarra) y un ejercicio de búsqueda y salvamento SAR de combate con los V-22 Osprey del Cuerpo de Marines destacados en Morón (Sevilla). En 2017, también acudieron al ejercicio los Eurofighter de las 11 y 14 y, al año siguiente, en 2018, fueron los F-18 de las alas 12 y 15 los que representaron a España.

El Ejército del Aire explica que "el traslado de este grupo aéreo expedicionario, que se concentrará en las próximas semanas en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla), contará con el apoyo de los A400M del Ala 31 y los Airbus A310 del 45 Grupo de Fuerzas Aéreas. Para el cruce del Atlántico apoyarán aviones cisterna A330 MRTT de la Fuerza Aérea británica (RAF), en el marco de los acuerdos en materia de transporte aéreo que mantienen las fuerzas aéreas integrantes de la OTAN".

Cruce del Atlántico

Los Eurofighter tendrán que efectuar maniobras de reabastecimiento en vuelo durante su salto del Atlántico y harán escala en la base aérea de Lajes, en las Islas Azores (Portugal), y en la base aérea de la USAF en Dover, en la costa este de Estados Unidos. Posteriormente, los cazas darán el último salto hasta Nellis.

Un P-3 Orión del Grupo 22 y un CN-235 de vigilancia marítima del Ala 48 completan el dispositivo, encargándose del apoyo SAR para el cruce del océano. A bordo, viajaron un equipo de rescatadores paracaidistas del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, que, en caso de caída al mar de alguno de los aviones, rescatarían al piloto. "Todo debe de estar previsto cuando se trata de seguridad en vuelo", concluye el Ejército del Aire.