Navantia está inmersa en sus instalaciones de Cartagena en la fase de construcción e integración del primer submarino del programa S-80, el Isaac Peral. Esta etapa incluye el ensamblaje y la verificación de los elementos que componen el submarino. De las cinco secciones en las que se divide éste, ya se encuentran unidas las tres primeras, y el resto se concluirá antes de acabar el año.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, supervisó este martes los avances en el programa durante una visita al Arsenal de Cartagena y el astillero de Navantia en la ciudad portuaria. El calendario actual establece que el inicio de pruebas y la puesta a flote del submarino podrá comenzar en el primer semestre de 2020, estando prevista la entrega a la Armada en 2022.
La titular del departamento aseguró en declaraciones a los medios que “hubo unos retrasos que nos preocuparon, pero ahora el Ministerio de Defensa está convenido que el S-80 va a salir en plazo y que no habrá ningún fallo ni problema técnico”. Robles recorrió las instalaciones de construcción del submarino guiada por la presidenta de la empresa, Susana de Sarriá. “Me voy gratamente impresionada por lo que he visto”, resaltó.
Robles además destacó que el programa S-80 abre la puerta a la exportación de un buque con unas características únicas. “Queremos la mejor proyección internacional para Navantia. Su rigor y precisión va a convertir a España en una potencia, no sólo por la Armada, si no a nivel industrial”.
En este sentido, se mostró confiada en que fructifiquen las gestiones que se están haciendo para dar a conocer el proyecto y puedan venderse los buques a escala internacional. Navantia compite en la actualidad con su nuevo buque en el concurso para el reemplazo de los cuatro submarinos holandeses de la clase Walrus. También está participando en otro concurso internacional para la construcción de seis submarinos en la India.
La empresa estatal cifra los empleos del programa en unos 2.000 directos, tanto propios como de industria auxiliar, y hasta 7.000 incluyendo el efecto arrastre en la cadena de suministradores y generado por el efecto renta. Esto último supone el 10% del empleo industrial de la Región de Murcia.
Robles, acompañada por el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, inició su visita en el Arsenal de Cartagena, que acogerá los nuevos S-80, donde conoció las instalaciones del Centro de Supervisión de Análisis de Datos (Cesadar). El almirante del arsenal, Aniceto Rosique, explicó que el centro recoge todos los datos que ofrecen cada día los buques de la Fuerza Naval y que, con la aplicación de programas big data, permiten realizar un análisis detallado de la situación de la flota y anticiparse a las incidencias que puedan presentar los barcos. Su objetivo es predecir las futuras averías de los equipos y sistemas, incrementar su disponibilidad operativa y reducir los costes de previsibles reparaciones.
La ministra también pasó por el Centro de Coordinación de Vigilancia de Acción Marítima (Covam), en el Cuartel General de la Fuerza de Acción Marítima, uno de los centros de control más avanzados del mundo.
Su misión es proporcionar la capacidad militar de Conocimiento de Entorno Marítimo para obtener una imagen precisa de todo lo que sucede en tiempo real en los espacios marítimos de interés nacional. Su infraestructura permite recibir, procesar, fusionar, analizar y explotar datos sobre la situación marítima en aguas nacionales e internacionales.
Solo en lo que va de año, este centro ha realizado el seguimiento de 331 buques de interés, de 86 buques oceanográficos y, además, ha coordinado la desactivación de 32 explosivos. Por zonas de operaciones, el Covam ha efectuado 568 seguimientos a buques en la operación Atalanta, 1335 seguimientos a buques en el Golfo de Guinea y recibido 55 avisos de seguridad emitidos por buques en la zona del Índico y en el Golfo de Guinea.