La compañía Hércules de Armamento, concesionaria los últimos cinco años de la Fábrica de Armas de La Coruña, acabó el ejercicio 2018 con una deuda superior a los nueve millones de euros y unas pérdidas de 2,7 millones de euros, de acuerdo con las cuentas enviadas por la sociedad al Registro Mercantil.
La delicada situación contable de la empresa ha provocado que el Ministerio de Defensa, propietario de las instalaciones, revoque la concesión e inicie los trámites para desalojar a la firma de la planta de Pedralonga. La falta de actividad industrial ha significado un incremento de la deuda de 6,5 a 9,3 millones, según publica el diario La Opinión de A Coruña.
De la deuda actual, 7,5 millones corresponden a pagos pendientes con acreedores comerciales a lo largo de más de cuatro años y la cifra restante, que alcanza los 1,7 millones, pertenece a deudas a corto plazo.
Hércules de Armamento multiplicó entre 2014 y 2016 sus pérdidas de forma progresiva y consiguió cambiar la dinámica en 2017 con una disminución del 26,5% hasta los 870.000 euros que coincidió con la reducción de la plantilla. En 2018, las pérdidas se dispararon de nuevo hasta los 2,7 millones de euros.
La empresa cerró el año pasado con una cifra de negocio de 52.291 euros, menos de la mitad que en el ejercicio anterior (116.587 euros), cuando alcanzó sus mejores registros en ventas. Unos registros en todo caso insuficientes para afrontar las deudas acumuladas con los trabajadores y con Hacienda y la Seguridad Social, los impagos del canon, y las inversiones necesarias para poder tener una producción estable en la fábrica.
El Ministerio de Defensa inició a comienzos de junio el proceso de desahucio a la fuerza, después de que la concesionaria de la fábrica de armas se negase a abandonar voluntariamente las instalaciones.
Cuando este proceso finalice, el plan es poner en marcha el proyecto de la Ciudad de las TIC promovido por la Universidad de La Coruña y el Clúster TIC Galicia, que fue aprobado por el ministerio en enero del año en curso.
La iniciativa apuesta por la creación de un centro de innovación en la planta que reuniría a las empresas del área de las información y comunicaciones del área metropolitana de La Coruña, interesadas en compartir espacios comunes y crear sinergias.
El proyecto, denominado TIC City, se compromete además a mantener la actividad industrial y los puestos de trabajo de la fábrica de armas. También pretender servir como acelerador de la transferencia de tecnología e innovación de la universidad.