La empresa israelí Netline Communications Technologies (NCT) se ha hecho con el acuerdo marco del Ministerio de Defensa de suministro de inhibidores de frecuencia para los vehículos de las Fuerzas Armadas por un importe de 65.470.725 euros, impuestos incluidos.
De acuerdo con el calendario previsto, el contrato entrará en vigor este mes de abril con la formalización del mismo y se extenderá hasta febrero de 2023. El expediente ha sido gestionado por la Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material de la DGAM mediante procedimiento negociado con publicidad y tramitación urgente.
Este órgano recibió ofertas de ocho empresas diferentes tras poner en marcha la licitación y seleccionó al final a NCT por "ser el licitador mejor valorado", según el anuncio de adjudicación hecho público la semana pasada.
Los inhibidores están diseñados para actuar principalmente contra los artefactos explosivos improvisados activados por radiofrecuencia (Rcied). Se trata de sistemas instalados en los vehículos de patrulla desplegados en las misiones en el exterior y en los que utilizan unidades como las fuerzas especiales.
Como recogió Infodefensa.com, el proceso de compra constará de dos etapas. En una primera fase, Defensa contratará el suministro e instalación de inhibidores en 12 vehículos distintos en dotación en las Fuerzas Armadas, denominados vehículos preserie. Tras la recepción de las unidades, los Ejércitos efectuarán las preceptivas pruebas de Evaluación Operativa (Evalo).
Hasta que los inhibidores y los vehículos no alcancen una calificación operativa positiva, el ministerio no efectuará más contratos derivados para la compra de equipos.
Una vez calificados los vehículos preserie de acuerdo con los requisitos fijados, el departamento abrirá una segunda fase en la que se gestionarán los contratos para la instalación de los equipos y accesorios con sus kits en las plataformas terrestres seleccionadas, según las necesidades.
Esta etapa recoge la compra de 322 equipos, el material auxiliar, los repuestos para dos años, los cursos correspondientes y el estudio de la configuración de 11 nuevas plataformas, previstas según las necesidades actuales de los Ejércitos y de la Armada.