Las exportaciones de equipos militares de Estados Unidos han alcanzado los 318.700 millones de dólares en el último ejercicio fiscal. Se trata, al cambio, de más de 305.000 millones de euros, que suponen un 29% de incremento respecto a las ventas de este tipo de material al exterior registradas un año antes.
El fuerte incremento experimentado se atribuye a las adquisiciones realizadas por distintos países que están apoyando el esfuerzo bélico de Ucrania frente a Rusia, y que, de este modo, han visto menguar unos arsenales que están tratando de recuperar, además del intento de prepararse frente a posibles conflictos a gran escala, alentados por el clima de tensiones actual. Así lo perciben los expertos de la firma analista londinense Global Data.
El Departamento de Estado reconoce que estas transferencias de armamento conforman una suerte de “herramientas importantes de política exterior de los Estados Unidos con posibles implicaciones a largo plazo para la seguridad regional y global”.
Más de un tercio de estas exportaciones, 117.900 millones de dólares en total (algo menos de 113.000 millones de euros) se corresponden con operaciones ejecutadas a través de la denominada fórmula de Ventas Militares Extranjeras (FMS). Este método se basa en la negociación de los acuerdos a través de la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA), dependiente del Departamento de Defensa norteamericano. Con esta cifra, el valor total de las FMS se ha incrementado un 45,7% respecto al ejercicio anterior, donde su volumen se quedó en 80.900 millones de dólares (algo más de 77.500 millones de euros).
De esos 117.900 millones de dólares tramitados a través de FMS, un total de 96.900 millones financiados por naciones aliadas y asociadas a Estados Unidos
Entre las ventas aprobadas en 2024 destacan operaciones como la de suministro de aviones de combate F-16 a Turquía, por un valor de 23.000 millones de dólares (22.000 millones de euros); la de también aviones de combate, en este caso F-15, a Israel, por un montante de 18.800 millones de dólares (18.000 millones de euros), y la de carros de combate M1A2 Abrams para Rumanía, por 2.500 millones de dólares (casi 2.400 millones de euros).
“EEUU está siendo desafiado”
Los datos ofrecidos por las autoridades estadounidenses para el último ejercicio confirman el crecimiento que las exportaciones militares del país vienen experimentando en los últimos años. El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri) recogió en su último informe de transacciones internacionales de armamento, publicado el pasado marzo, que en el lustro que va de 2019 a 2023 las exportaciones militares estadounidenses se incrementaron un 17% respecto al lustro anterior (de 2014 a 2018). En ese período de cinco años, Washington entregó grandes armas a 107 países, más que en cualquier otro lustro y mucho más que cualquier otro país.
Esta evolución se produce “en un momento en que el dominio económico y geopolítico de EEUU está siendo desafiado por las potencias emergentes”, según explicó al revelar estas últimas cifras el director del Programa de Transferencias de Armas del Sipri, Mathew George.