Pyongyang prepara el envío de más militares para ayudar a Rusia en su esfuerzo de guerra contra Ucrania. Los nuevos envíos se sumarán a los 12.000 soldados que Corea del Norte ha previsto inicialmente en apoyo de Moscú en su lucha contra las tropas ucranianas. Así lo cree la inteligencia militar de Corea del Sur, que sigue muy de cerca los movimientos de su vecino y adversario en el este de Europa.
Esta información, recogida por la agencia surcoreana Yohnap, coincide con el anuncio que ha realizado el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, apuntando a que, “según los datos preliminares” de sus servicios de inteligencia, “el número de soldados norcoreanos muertos y heridos en la región de Kursk ya supera los 3.000”.
Zelensky advierte, en una entrada de su perfil oficial en la red social X, del riesgo existente “de que Corea del Norte envíe más tropas y material militar al ejército ruso”. En ese caso, añade, “tendremos respuestas concretas al respecto”.
Sobre el posible envío de material militar adicional por parte de Pyongyang para Rusia, la agencia surcoreana alude a la posible inclusión de “drones suicidas”. Este medio estima en alrededor de 1.100 las bajas de soldados norcoreanos en lucha contra las tropas ucranianas.
Lanzacohetes y artillería autopropulsada
En la actualidad, Corea del Norte está suministrado lanzacohetes de 240 mm y artillería autopropulsada de 170 mm a Moscú. El posible envío de drones suicidas tendría también el objetivo en este marco de dotar a Pyongyang de experiencia práctica sobre este tipo de armas, lo que le permitiría modernizar su arsenal.
Sobre el apoyo norcoreano a las tropas rusas, Zelensky ha añadido que resulta “importante que el mundo comprenda que el riesgo de desestabilización en la península de Corea y en las regiones y aguas vecinas aumenta proporcionalmente a la creciente cooperación entre Moscú y Pyongyang”.
“La transferencia de experiencia en guerra moderna y la proliferación de tecnologías militares desde Rusia es una amenaza global”, ha explicado el presidente ucraniano. “Para el mundo, el costo de restablecer la estabilidad es siempre mucho mayor que el costo de presionar eficazmente a quienes desestabilizan la situación y destruyen vidas”, concluye.