El Plan Nacional Continuo de Construcción Naval (PNCCN) representa una iniciativa clave para la Armada de Chile ya que permitirá renovar sus buques auxiliares, unidades logísticas y fragatas en lugar de adquirirlas usadas en el extranjero, fomentando la inversión y la colaboración público-privada en el largo plazo.
Rompehielos AGB-46 Almirante Viel en el molo de abrigo de Valparaíso. Firma Armada de Chile
Este programa dio sus primeros pasos durante el mando del almirante Julio Leiva quien abordó en diversos foros la importancia de concretarlo bajo una mirada estratégica-país y es una de las cuatro líneas de acción que ha impulsado en su gestión el actual comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Juan Andrés De la Maza.
El plan busca impulsar la construcción de buques en el país de acuerdo a los intereses nacionales a través de un desarrollo planificado y una optimización logística, contribuyendo a la generación de empleos, investigación, innovación y nuevas empresas además de dejar una parte significativa de la inversión en Chile.
El primer buque multipropósito presenta un 25% de avance. Firma Ministerio de Defensa Nacional de Chile
Su concreción permitiría al país dejar de depender de la oferta de buques usados. Esa opción no permite incorporar las unidades que la institución necesita y la inversión genera pocos réditos en Chile. Un buque usado tiene una vida útil más corta, lo que provoca gastos mayores en mantenimiento y genera la necesidad de su reemplazo en un horizonte más corto, a diferencia de una plataforma de nueva construcción.
El plan de construcción naval recibió el respaldo del presidente Gabriel Boric quien solicitó el 1 de junio a los ministerios de Hacienda, Defensa y a la Armada de Chile la entrega de una Política Nacional de Construcción Naval para los próximos años con Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) como líder en una articulación de la capacidad de los astilleros públicos y privados.
Asmar e industria nacional
La Empresa Estratégica de Defensa juega un rol central en este plan. Asmar ha construido en los últimos 46 años un total de 35 buques para la Armada de Chile y ha logrado un gran conocimiento en proyectos complejos como la construcción del buque de investigación oceanográfica AGS-61 Cabo de Hornos y el rompehielos AGB-46 Almirante Viel, unidad entregada en junio de este año y que efectuará su primer viaje antártico en enero de 2025.
Vista aérea de las instalaciones de la planta industrial Talcahuano. Firma Asmar
El astillero tiene en marcha el proceso constructivo del primer buque multipropósito de un total de dos unidades del proyecto Escotillón IV Fase 1. Estas unidades, de un total de cuatro proyectadas, permitirán a la Armada modernizar y mejorar las capacidades de despliegue, tanto en operaciones militares como humanitarias.
El contrato del proyecto Escotillón IV Fase 1, por 409 millones de dólares, fue firmado el 31 de agosto del 2022 y tiene un plazo de ejecución de 100 meses. La primera unidad, que tendrá las mismas dimensiones y funcionalidades que el segundo buque, alcanzó en noviembre un avance del 25%. Su botadura se estima para marzo de 2026 y la entrega a la Armada para finales de 2027. En cuanto a las naves de desembarco, serán construidas por el astillero Asenav de Valdivia.
Primer buque multipropósito en la grada de construcción de Asmar Talcahuano. Firma Armada de Chile
La Armada de Chile y la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar) están trabajando en un proyecto de construcción de unidades menores para reemplazar a las embarcaciones de patrullajes costero que cumplirán su vida útil. Este nuevo proyecto, que permitirá renovar las unidades más antiguas, se efectuará de manera paralela al Plan Nacional Continuo de Construcción Naval que la institución tiene en ejecución.
Los astilleros civiles nacionales son actores que también están considerados en el proceso de renovación de unidades auxiliares y marítimas en el marco del Plan Nacional Continuo de Construcción Naval que impulsa la institución. Como dato, en el país existen alrededor de 30 empresas que construyen desde lanchas a embarcaciones menores hasta cruceros y remolcadores de alta mar,
Construcción de fragatas en Chile
El comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Juan Andrés De La Maza, señaló que Asmar Talcahuano cuenta con la capacidad para comenzar en la próxima década la construcción de fragatas en el país.
Infografía con hitos de las construcciones navales realizadas por Asmar Talcahuano en los últimos cuarenta años. Firma Armada de Chile
El almirante De La Maza, quien definió la construcción naval como uno de sus ejes de gestión, manifestó a Infodefensa.com que "Asmar se ha sometido a la evaluación de importantes astilleros extranjeros que poseen gran experiencia en la construcción de buques de combate de alta complejidad, y de cuyo resultado se puede asegurar que esta empresa posee actualmente la capacidad basal para abordar durante la próxima década el desafío de construir unidades de combate de superficie".
Respecto a la concreción de este proyecto, la autoridad selaló que "dependerá finalmente del compromiso del Estado con la propuesta de la Armada para desarrollar un Plan Nacional Continuo de Construcción Naval, que le permitiría a Asmar cerrar las brechas técnicas ya identificadas en los ámbitos de la innovación tecnológica, automatización de procesos, integración de sistemas de armas, capacitación, infraestructura y equipamiento, con el objeto de alcanzar las capacidades requeridas en ese plazo, mediante una inversión inicial y la necesaria transferencia tecnológica que se logra con la cooperación internacional".
Infografía de los sistemas que podrían ser producidos en el país para la futura fragata de la Escuadra Nacional. Firma Armada de Chile
En ese plano y como un primer paso, la institución recibió en 2019 un estudio de factibilidad técnica y económica encargado a la Universidad Católica de Chile (UC) que propone la construcción de fragatas de 5.200 toneladas y 132 metros de eslora como la mejor alternativa para reemplazar los buques de la Escuadra Nacional en el mediano plazo. El buque alcanzaría una velocidad máxima de 28 nudos y una vida útil de 35 años y su construcción requeriría 3,5 millones de horas hombre y un plazo de cinco años.
El análisis, que evaluó las distintas alternativas que ofrece el mercado internacional, incluida la compra de buques de segunda mano, determinó que la construcción local es la mejor opción ya que permite dejar en el país un 30% de toda la inversión y generar importantes beneficios en investigación, desarrollo e innovación tecnológica.