La actividad de defensa, seguridad y espacio de Boeing logra subir un 2%, mientras el conjunto del grupo se desploma un 11%

La compañía aeroespacial y de defensa estadounidense Boeing ha acelerado sus pérdidas en conjunto, aunque logra limitar los daños en la división de defensa, seguridad y espacio. La empresa vió caer su facturación hasta los 16.866 millones de dólares en el segundo trimestre del año, lo que representa un descenso del 15% respecto del mismo periodo del año anterior (19.751 millones). Es un dato especialmente negativo teniendo en cuenta que en el trimestre anterior ya había experimentado una caída del 8%. Sin embargo, durante esos meses de enero a marzo, su actividad militar, de espacio y de seguridad, agrupada por la empresa en una misma unidad, vio mejorar un 6% sus resultados. Ahora, en cambio, en este ámbito ha empeorado un 2% sus cuentas, que se han quedado en 6.021 millones de dólares.

Si tomamos el balance de todo el primer semestre del año, tenemos que la división de defensa, espacio y seguridad incrementó su facturación un 2% respecto al mismo periodo de 2023, hasta sumar 12.971 millones de dólares. En esos seis meses, en cambio, los ingresos del grupo en conjunto cayeron un 11%, hasta los 33.436 millones de dólares.

Las entregas de aeronaves, por su parte, cayeron casi la mitad entre enero y junio, al pasar de los 80 aparatos contabilizados en la primera mitad del año pasado a los 42 de la primera mitad del presente. Se trata, en concreto, de tres nuevos helicópteros AH-64 Apache, otros 13 del mismo modelo reacondicionados, dos nuevos helicópteros CH-47 Chinook, cinco más de este mismo modelo reacondicionados, siete aviones de combate F-15, cuatro aviones de combate F/A-18, cinco aviones de suministro en vuelo KC-46 y tres aviones de patrulla P-8.

El descenso en la división en la que se incluye el negocio de defensa experimentado en el trimestre ha sido peor que la del primero, por tanto, aunque su caída ha resultado mucho menos pronunciada que la que ha experimentado Boeing en su conjunto, a cuenta particularmente del mal comportamiento de sus aviones comerciales. En esta última división, las entregas han descendido un 32%, al pasar de 136 aeronaves entre abril y junio de 2023 a apenas 92 en los mismos meses de este año. En facturación supone un descenso igualmente del 32% (de 8.840 millones en ese lapso del ejercicio anterior a apenas 6.003 millones en el actual).

Pérdidas en el programa del KC-46A

La empresa explica, en el balance que ha facilitado, que el margen operativo alcanzado durante el segundo trimestre de un 15,2% “refleja principalmente 1.000 millones de dólares de pérdidas en ciertos programas de desarrollo de precio fijo, incluida una pérdida de 391 millones de dólares en el programa [de avión de suministro de combustible en vuelo] KC-46A, impulsada en gran medida por una desaceleración de la producción comercial y restricciones de la cadena de suministro”. Y también se refiere a “las pérdidas registradas en los programas [del avión de entrenamiento] T-7A, [del avión destinado para el transporte del presidente de Estados Unidos] VC-25B y Commercial Crew reflejan mayores costos estimados de ingeniería y fabricación, así como desafíos técnicos”.

Durante el trimestre, la división Defensa, Espacio y Seguridad de Boeing obtuvo una adjudicación por siete helicópteros MH-139A de la Fuerza Aérea de EEUU y entregó el primer helicóptero pesado CH-47F Chinook Block II al Ejército de EEUU. La cartera de pedidos de esta división alcanzó el 30 de junio 59.055 millones de dólares, una cifra casi idéntica a los 59.012 millones registrados un año antes. De esa cantidad, el 31% representa a clientes de fuera de Estados Unidos.