En la tercera parte de la entrevista de Infodefensa.com, el comandante en jefe de la Armada de Chile se refiere al rol que realiza su institución en la Antártica y la importancia que tendrá la próxima incorporación del rompehielos AGB-46 Almirante Viel y el remolcador ATF-60 Lientur que operarán desde Punta Arenas para resguardar los intereses naconales sobre ese territorio.
El almirante Juan Andrés De la Maza destacó el despliegue de cinco buque en nueve comisiones distintas en la última Campaña Antártica y como su presencia contribuye al acceso, al soporte logístico y a la soberanía del país sobre el continente blanco, reflejando así el compromiso que tiene la Armada de Chile con la zona austral del país.
Respecto a la Escuadra Nacional, fuerza operativa conformada por ocho fragatas de cuatro modelos diferentes, el almirante De La Maza indicó que se han desarrollado una serie de planes y proyectos de modernización y alteraciones que permitan alcanzar la estandarización de los buques a nivel tipo, implementando una serie de capacidades para cumplir con su misión.
El comandante en jefe de la Armada de Chile recalca las ventajas que representa en ese aspecto el Plan Nacional Continuo Construcción Naval ya que las nuevas unidades permitirán alcanzar la estandarización logística, operativa y de los sistemas conforme con las necesidades de la Escuadra Nacional del futuro.
En cuanto al reemplazo de los submarinos clase 209/1400L, que este año cumplen 40 años de servicio, el almirante De la Maza señala que el proyecto se encuentra en la fase inicial de preinversión en la que se han recopilado datos para definir las especificaciones técnicas, los costos estimados y las opciones de diseño para las nuevas unidades.
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La Armada de Chile recibirá este año el rompehielos Almirante Viel y sumará a las tareas antárticas al remolcador ATF-60 Lientur. ¿Qué representará la incorporación de estas unidades para la logística y la conectividad de las bases nacionales en el continente blanco?
Las unidades que menciona estarán en el corto plazo en su nuevo puerto base, Punta Arenas. Estos buques representan un compromiso de Estado con respecto al acceso, soporte logístico y para la soberanía del país sobre su territorio antártico. Para la Armada, el desafío de haber construido un rompehielos como el Almirante Viel constituye un hito y un peldaño que hemos escalado para preparar las capacidades público-privadas del país en pro del desafío de construir unidades de combate en Chile.
En relación a nuestra actividad en la Antártica, en los últimos meses desplegamos cinco buques en nueve comisiones distintas al continente blanco, patrullando, apoyando la investigación científica, construyendo y manteniendo señalización marítima, transportando personas e importantes volúmenes de carga, capacidades esenciales para la actividad de investigadores y para sostener las bases chilenas permanentes y temporales, apoyando también logísticamente, y en paralelo, a otros países en sus esfuerzos científicos. Esta capacidad de Estado, aportada a través de la Armada de Chile, es única e irreemplazable y sobre la cual se ha invertido un esfuerzo institucional importante dada su relevancia transversal para el país.
En abril de 2023 se anunció la firma de un contrato de consultoría para la adquisición de un buque de apoyo de alta mar tipo rompehielo entre Davie Shipbuilding y la Armada de Chile. ¿En qué etapa está este programa?
Durante el 2023 se firmó un contrato de Gobierno a Gobierno con la Corporación Comercial de Canadá para la asesoría en la adquisición de un buque de apoyo logístico para la zona austral con capacidades polares para la Armada de Chile. Davie Shipbuilding fue subcontratado por el Gobierno de Canadá para este propósito. En este contexto, fue adquirido el ATF Lientur, arribando al puerto de Valparaíso en el mes de agosto del año 2023. Actualmente se encuentra en proceso de capacitación y entrenamiento, con el propósito de cumplir con los estándares que la Armada requiere para su operación.
Esta adquisición refleja el compromiso que tiene la Armada con la zona austral del país, en particular con el continente blanco, incorporando características de diseño para operar en la zona Antártica durante parte importante del año. Así mismo, efectuará tareas relevantes de sostenimiento logístico a las distintas bases apostadas en el continente Antártico. Adicionalmente, y cumpliendo con los compromisos que el Estado de Chile ha suscrito internacionalmente, este buque posee relevantes capacidades de rescate y salvataje que la Armada de Chile pone a disposición de la seguridad de las operaciones marítimas en la región.
El ATF-60 Lientur durante el presente año pasará a depender operacionalmente de la Tercera Zona Naval con puerto base en la ciudad de Punta Arenas y conformará un potente trinomio que complementará sus capacidades junto a las del OPV Marinero Fuentealba y, posteriormente, con el rompehielos Almirante Viel, unidades que sin duda contribuirán a resguardar los intereses nacionales en el Territorio Antártico Chileno, al desarrollo de actividades científicas y de cooperación internacional, todas ellas importantes áreas que se transforman en prestigio para nuestro país y contribuyen al desarrollo de la región de Magallanes y Antártica Chilena.
La Escuadra Nacional es la principal fuerza operativa institucional. Hoy cuenta con ocho fragatas de cuatro modelos diferentes. ¿Hay planes para estandarizar sistemas como sensores y armamento entre las Type 23 y clase M?
La Escuadra Nacional está compuesta por unidades de distintos modelos, tanto en su origen, diseño y funcionalidad. En este sentido, la Armada enfrenta una realidad que es insoslayable, debido a que sus principales medios operativos son incorporados conforme con la disponibilidad existente en el mercado mundial de buques usados de marinas que son afines a nuestros principios de operación y de logística institucional. Sin embargo, con el tiempo se hace necesario actualizar o renovar las capacidades de su fuerza de superficie, razón por la cual, en forma permanente, se desarrollan y mantienen una serie de planes y proyectos de modernización y alteraciones que permitan alcanzar la estandarización de sus buques a nivel tipo; es decir, entre fragatas Tipo 23 y entre fragatas Tipo M, logrando de esta manera diseñar e implementar las capacidades necesarias para cumplir con su misión, construyendo sobre las que ya poseen las unidades de segunda mano al momento de adquisición.
Por otra parte, y como una solución en el largo plazo, la institución se encuentra impulsando el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval (PNCCN), el que dentro de su multidimensionalidad, busca alcanzar la estandarización logística, operativa y de los sistemas conforme con las necesidades de la flota del futuro.
En una entrevista manifestó su intención de iniciar el proyecto de reemplazo de los submarinos clase 209/1400L. ¿Se ha solicitado información a astilleros internacionales como parte del estudio?
El proyecto de renovación de los submarinos clase 209/1400L se encuentra en su fase inicial de preinversión. Durante esta etapa, se han recopilado los datos esenciales que ayudarán a definir las especificaciones técnicas, los costos estimados y las opciones de diseño para los nuevos submarinos. Las solicitudes formales a los astilleros se iniciarán en una etapa posterior, dependiendo del análisis y evaluaciones de nuestros requerimientos.