La prórroga de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ha obligado al Gobierno español a buscar fórmulas para continuar con el plan para alcanzar el 2% del PIB en Defensa a finales de esta década. El Ministerio de Defensa, como el resto de los departamentos, tiene que trabajar todo este año con el presupuesto inicial de 2023, unos 12.800 millones de euros, en el caso del departamento que dirige Margarita Robles, lo que supone un frenazo a esa hoja de ruta.
Para evitar ese parón en las inversiones, el Ejecutivo ha dado luz verde en los primeros cinco meses del año a tres partidas por más de 2.000 millones de euros en total para el Ministerio de Defensa. En cada caso, el Gobierno ha optado por una vía distinta. La última partida fue aprobada el pasado 7 de mayo en el Consejo de Ministros.
La reunión semanal de los ministros del Ejecutivo dio luz verde a una transferencia de crédito del ministerio de Hacienda al de Defensa, por 303,2 millones de euros, para atender las necesidades de funcionamiento de gastos corrientes en bienes y servicios. La referencia del Consejo no ofrece más detalles sobre el destino final de esta partida.
Apenas quince días antes, el 16 de abril, el Consejo de Ministros autorizó otros 1.129,6 millones de euros. En este caso, la fórmula elegida para continuar con la inversión en Defensa es un acuerdo marco que permitirá "el suministro de diverso material (sistemas de armamento, material, munición y equipamiento militar". Por el momento, el Ministerio tampoco no ha dado a conocer las claves de este acuerdo marco y las adquisiciones previstas.
"La situación internacional actual está incursa en un contexto de alta volatilidad, incertidumbre e inestabilidad, por lo que es necesario realizar un refuerzo urgente de las capacidades militares al objeto de incrementar la reserva estratégica disponible", subrayaba el Gobierno en la referencia.
La tercera partida fue aprobada también en el Consejo de Ministros el 9 de abril. El Ejecutivo aprobó sacar 581,2 millones de euros del Fondo de Contingencia para financiar gastos ocasionados por la participación de las Fuerzas Armadas españolas en operaciones de mantenimiento de la paz. Del total, 55 millones corresponden a gastos de personal, 170,1 millones a gastos corrientes en bienes y servicios y 356 a inversiones reales.
Presupuesto inicial frente a presupuesto final
Es habitual que el presupuesto de Defensa que aparece inicialmente en los PGE experimente un incremento conforme avanza el año, puesto que hay partidas como el gasto en operaciones que no aparece dentro de los fondos asignados en un principio al departamento. El año 2023 es un buen ejemplo.
A esos 12.800 millones del presupuesto inicial hay que sumar las partidas para misiones en el exterior procedentes del Fondo de Contingencia, los créditos del Ministerio de Industria para programas militares y otras partidas extraordinarias lo que al final elevó el presupuesto hasta los 16.900 millones de euros a final de año, como recoge el diario La Razón.