Defensa mejora la protección del contingente en Líbano con Vamtac para los equipos EOD y las patrullas

El Ministerio de Defensa ha enviado nueva remesa de vehículos blindados al contingente español desplegado en la misión de Naciones Unidas en Líbano. El objetivo es mejorar la protección de los militares en las misiones de patrulla y desactivación de explosivos en un momento de máxima tensión por los constantes enfrentamientos entre Hezbolá y el Ejército israelí.

El lote incluye Vehículos de Alta Movilidad Táctica (Vamtac) en dos versiones: el modelo ST5 equipado con el afuste en la parte superior para portar ametralladoras y otra variante del ST5 diseñada para el transporte de equipos EOD y todo el material que utilizan con un nivel de blindaje BN3.

Los vehículos han llegado recientemente al destacamento español, tal y como muestran las imágenes difundidas por el Estado Mayor de la Defensa (Emad) en sus redes sociales. Junto con los Vamtac, los militares en Líbano también han recibido todoterrenos para el transporte de personal por carretera y palas blindadas para los ingenieros.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, recordaba esta misma semana en declaraciones a los medios durante una visita a Zaragoza que la situación sigue siendo muy complicada en el área de responsabilidad de la misión en el sur del Líbano debido a las constantes escaramuzas entre la milicia libanesa Hezbola y las Fuerzas de Defensa israelíes. 

Robles dio a conocer el pasado febrero que la ONU había pedido a España el despliegue de nuevos medios como país líder de la operación de cascos azules para atender situaciones derivadas del conflicto actual. La ministra informó en la Comisión de Defensa del Congreso que una de las peticiones es el envío de un equipo de desactivación de explosivos para inutilizar municiones que están sobre el terreno y que suponen un peligro.

España lidera la misión de Naciones Unidas en Líbano desde principios de 2022. El teniente general Aroldo Lázaro está al frente de unos 10.000 cascos azules y 800 civiles procedentes de 46 países distintos. Uno de sus cometidos -el principal- es vigilar precisamente el alto el fuego entre Hezbolá e Israel, algo que en la práctica ambas partes incumplen de forma sistemática. 

En este momento, España mantiene en esta operación 656 militares y siete civiles. El grueso de los efectivos está en el sector este, en la base Miguel de Cervantes.