EEUU encarga a SNC por 13.000 millones el nuevo avión concebido para acoger al presidente en caso de guerra nuclear

El nuevo programa de avión apocalíptico costará 13.000 millones de dólares, algo más de 12.150 millones de euros al cambio actual. Ese es el precio por el que la Fuerza Aérea Estadounidense (USAF) ha contratado a la compañía aeroeapacial y de defensa Sierra Nevada Corporation (SNC) para que construya cuatro aparatos con los que sustituir la anticuada flota de E-4B Nightwatch, concebido para poder operar durante una guerra nuclear. De ahí el sobrenombre de avión apocalíptico con el que se conoce a estas unidades, que llevan operativas desde los años 1970.

Las nuevas aeronaves serán denominadas con el algo menos sugestivo sobrenombre de Centro de Operaciones Aerotransportadas de Supervivencia (SAOC, por sus siglas en inglés). Y su desarrollo y producción están tan medidos que la finalización de los trabajos se prevé para una fecha tan concreta como el 10 de julio del año 2036.

La retirada previa como candidato a este programa del gigante aeroespacial Boeing, responsable de la actual flota de E-4B, allanó el camino de SNC.

De momento, la USAF ya tiene comprometidos 59 millones de dólares (más de 55 millones de euros) para que la empresa, con sede en el estado de Nevada, pueda comenzar el programa. En él se contempla la adquisición de entre ocho y diez aeronaves, quizá Boeing 747 de segunda mano, que serán militarizados, dotados de sistemas de reabastecimientos en vuelo y comunicaciones seguras, además de reforzarse contra ataques electrónicos y nucleares, como recoge el portal estadounidense especializado Defense News.

Emergencia de gran entidad

En total, está previsto que la USAF invierta 744 millones de dólares (más de 695 millones de euros) en el programa durante este año, mientras que para el próximo ha solicitado un desembolso de 1.700 millones de dólares (cerca de 1.600 millones de euros).

Los futuros SAOC están concebidos para permitir al presidente del país liderar las fuerzas en caso de una guerra nuclear o alguna emergencia de gran entidad que inutilice los centros de mando y control situados en tierra.