Kiev dedicó en 2023 el 37% de su PIB (producto interior bruto) a defenderse. Son más de diez veces lo que empleó apenas dos años antes. En 2021, justo en vísperas del comienzo de la invasión rusa, su gasto militar apenas llegaba a los 6.000 millones de dólares (5.640 millones de euros al cambio actual). Ahora ya supera los 64.800 millones (609.000 millones de euros), lo que le sitúa en octava posición del mundo, por encima de Francia (61.300 millones de dólares). Solo le superan Estados Unidos, China, Rusia, la India, Arabia Saudí, Reino Unido y Alemania.
El dinero que emplea Kiev en defensa, que supone el 58% de todo el gasto público del país, está lejos a priori del que destina su invasor a ese mismo concepto: 109.000 millones de dólares (102.500 millones de euros). Apenas llega, por tanto, al 59% del gasto militar ruso, de acuerdo con las cifras actualizadas esta semana por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri). Pero Ucrania cuenta con una baza clave: la ayuda exterior.
Desde que comenzó el conflicto, Estados Unidos y Europa se han comprometido a suministrar a Kiev ayuda militar por valor de 150.000 millones de dólares, contando la milmillonaria asistencia que el Congreso norteamericano acaba de desbloquear. De ese volumen, Ucrania recibió a lo largo del año pasado al menos 35.000 millones de dólares. De este modo, sumados al gasto efectivamente realizado por su Gobierno, durante 2023 Ucrania dispuso de 99.800 millones de dólares (más de 93.800 millones de euros) para defenderse. Es el 91% del gasto en defensa ruso.
Pese a la ayuda internacional y al incremento del 51% en las partidas militares acometido por Kiev en el último ejercicio, todavía sigue lejos de replicar la capacidad rusa. Los expertos afirman que las tropas de Moscú están disparando en la actualidad hasta diez veces más proyectiles de artillería que las ucranianas, por ejemplo. Otro dato: el Kremlin asegura que, en el último ejercicio, su industria ha sido capaz de suministrar 1.500 nuevos carros de combate. Es un volumen muy superior al de todos los tanques que han salido de fábrica del conjunto de países de la OTAN en el mismo periodo. Todo esto se traduce en el frente en unas fuerzas superiores que impiden a los ucranianos recuperar terreno, según las informaciones recogidas por distintos medios. Actualmente, por ejemplo, Rusia tiene desplegados en el frente de Donetsk diez veces más blindados que Ucrania, apunta El País.
Un 68% de incremento ruso
En el futuro no resulta sencillo prever que esta disparidad de fuerzas varíe con facilidad, teniendo en cuenta que, el pasado noviembre, el Parlamento ruso aprobó un incremento del presupuesto militar de 10,8 billones de rublos para este 2024, lo que equivale a más de 115.000 millones de dólares. Es un 68% más que los 6,5 billones (cerca de 70.000 millones de dólares) del año anterior. El contraste de estos números con los que ofrece el Sipri se debe a que se corresponden con lo presupuestado oficialmente, mientras que las de la organización sueca sin ánimo de lucro recoge el dinero finalmente empleado en gastos militares, que va más allá de lo estimado inicialmente por el Gobierno del país.
A la vista de esta coyuntura, la OTAN exhortó hace unos días a sus miembros a poner incluso por delante la defensa de Ucrania que sus propios objetivos de rearme.
España eleva sus partidas un 9,8%
España, por cierto, dedicó a su Defensa 23.700 millones de dólares (algo más de 22.280 millones de euros) en 2023 según el Sipri. Es el 1,5% de su PIB, alcanzado tras incrementar un notable 9,8% su gasto militar en un año, lo que le ha permitido situarse en el 17º puesto del mundo, por delante de Brasil (22.900 millones) y justo después de Canadá (27.200 millones).