Navantia empieza el año con un nuevo encargo del Ministerio de Defensa. El astillero de Ferrol construirá un buque de aprovisionamiento en combate (BAC) para la Armada que sustituirá en principio al Patiño con casi 30 años en servicio.
El contrato fue anunciado el pasado miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una visita al astillero ferrolano. El proyecto implica una inversión de 439 millones de euros, aunque todavía tiene que superar varios trámites (aprobación de la inversión y el contrato en el Consejo de Ministros, firma de la orden de ejecución...), distintas fuentes consultadas por Infodefensa.com coinciden en que la construcción comenzará este mismo año.
El grueso de los trabajos de diseño ya está hecho, lo que permitirá acortar los plazos. El buque estará basado en el BAC Cantabria, en servicio en la Armada desde 2010. A partir de este barco, Navantia ha construido otros dos buques logísticos de apoyo al combate (AOR, por sus siglas en inglés) para la Marina Real Australiana, el Supply y el Stalwart. Por tanto, el nuevo BAC será una actualización del Cantabria e incorpora también las mejoras introducidas para el programa australiano.
Con una dotación de 164 personas, el BAC Cantabria tiene 19.550 toneladas de desplazamiento –solo superado en la Armada por el LHD Juan Carlos I-, con 174 metros de eslora, 23 metros de manga y 8 metros de calado. La propulsión está constituida por dos motores diésel de 10.890 kw cada uno, que le proporciona una velocidad máxima de 21,3 nudos, equivalente a 40 kilómetros por hora, una velocidad máxima sostenida de 20 nudos y una autonomía de 6.000 millas a velocidad económica de 13/14 nudos. Además, cuenta con una hélice en proa que le proporciona empuje transversal para facilidad de maniobra en lugares restringidos.
El buque cuenta con cinco estaciones de aprovisionamiento, dos por banda y una por la popa, por las que puede transferir líquidos y sólidos. Las mismas que los AOR para Australia. Tiene además una amplia cubierta de vuelo y un hangar que permite el trabajo de tres helicópteros ligeros o dos pesados.
Sus tanques permiten almacenar más de 10.000 metros cúbicos de líquidos, distribuidos de la siguiente forma: 8.200 metros cúbicos de combustible para buques, 1.480 metros cúbicos de combustible para aeronaves y 200 toneladas de agua potable. Para hacerse una idea de estas cifras, la capacidad de almacenamiento líquido a bordo equivale a 10 piscinas olímpicas.
El Cantabria tiene también un pañol de víveres secos de 81 metros cuadrados, dos cámaras frigoríficas, dos bodegas de municiones, y tres pañoles más de repuestos, vestuario y aviación. También puede estibar en su cubierta hasta 20 contenedores con diferentes configuraciones (alojamientos, oficinas, baños, etc.), con capacidad adicional para 96 personas.
Respecto al armamento, cuenta con seis lanzachaff Srboc Mk 3, cuatro ametralladoras medias Browning de 12,7 mm y cuatro ametralladoras MG-42. A esto hay que sumar una serie de equipos y sistemas como radares de superficie y control de helicópteros, sistema de vigilancia optrónica y sistema de distribución de datos de navegación, entre otros.
BAC, un buque logístico clave
La Armada tiene dos buques logísticos: el Patiño y el Cantabria. Este tipo de barcos son claves en las operaciones de una fuerza naval o expedicionaria, sobre todo, en misiones de larga duración donde no es posible la entrada en una base naval para el aprovisionamiento.
Los BAC son buques de apoyo logístico con la misión principal de suministrar en la mar combustible, agua y material a otras embarcaciones, aunque también puede actuar en operaciones no bélicas como por ejemplo ayuda humanitaria y defensa del medioambiente.