El Gobierno de Ecuador declaró ayer martes un conflicto armado interno dentro del territorio nacional. Esta situación de excepción implica el inmediato despliegue de las fuerzas de Seguridad.
Ecuador vive una escalada de violencia y caos social en manos del crimen organizado. Motines en prisión, fuga de presidiarios, secuestros, coches explosivos, saqueos y una toma de rehenes en un canal de televisión por parte de un grupo de encapuchados armados se han apoderado por estas horas de la vida pública en varias ciudades del país sudamericano, sobre todo en Guayaquil y en Quito.
El presidente Daniel Noboa Azin —en funciones hace dos meses— ha declarado estado de guerra y ha ordenado a las Fuerzas Armadas que intervenga contra más de 20 grupos terroristas en presunta connivencia con los cárteles mexicanos.
Según informa un comunicado oficial de la presidencia ecuatoriana, Noboa Azin convocó a una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad del Estado (Cosepe) para diseñar las estrategias conjuntas que permitan enfrentar el aumento de violencia, la penetración del crimen organizado y actos terroristas que han generado conmoción en el país.
Por su parte, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela Erazo, informó que tras la emisión de Decreto Ejecutivo No. 111 que declara como terroristas a 21 grupos delincuenciales por atentar contra la soberanía e integridad territorial, “todo grupo terrorista identificado en el mencionado decreto, se ha convertido en un objetivo militar”.
Además, Vela Erazo aseguró que “la Policía Nacional y Fuerzas Armadas están actuando con firmeza y contundencia en contra de todo intento de desestabilización y caos que se pretende realizar dentro del territorio nacional”.
El comunicado oficial indica que los actos violentos de las últimos días representan una amenaza a la soberanía territorial y demandan una respuesta enérgica por parte del Estado para proteger los derechos de todos los ecuatorianos.
La repercusiones del caso han llegado a la frontera. Según se informó, las regiones peruanas de Piura, Tumbes, Amazonas, Cajamarca y Loreto serán declaradas en emergencia.